Pocas luces

Cualquiera que pase de noche por la calle San Fernando -a la que los cordobeses se empeñan en llamar de la Feria, ignorando al Rey que nos reconquistó y otorgó Fuero de ciudad- contemplará, si no tropieza, cómo las farolas están tapadas por los naranjos y no cumplen la función de iluminar la vía principal del casco histórico que desde la Edad Media une los barrios de la Villa con los de la Ajerquía. Hay que echarle valor para subir o bajar San Fernando en horas nocturna s, por los riesgos de todo tipo que acarrea la poca luz y la falta de tránsito rodado debido a las restricciones.

También en estos días, los comerciantes de las calles José Cruz Conde, Claudio Marcelo y Duque de Hornachuelos, protestan por la escasa potencia lumínica de las farolas, lo que provoca que el eje comercial del centro de Córdoba, cuando cae la noche, apenas queda iluminado por los escaparates de las tiendas. Bulevar de Gran Capitán y Ronda de los Tejares, principales arterias de la Córdoba moderna también sufren una iluminación impropia.

La orilla sur del Guadalquivir en la zona de Miraflores , justo frente a uno de los más importantes espacios de ocio que ofrece Córdoba, se asemeja a la boca de un lobo . Y la plaza de la Corredera continúa con la misma iluminación de polígono industrial de la que escribía este articulista en el año 2002.

Una ciudad hermosa por la noche es siempre una ciudad bien iluminada. Pero, es más, una ciudad segura por la noche es también aquella ciudad que está bien iluminada. La penumbra, la oscuridad, solo atraen a los amigos de hacer daño a las personas, en su patrimonio o en su propia integridad física. No pedimos que Córdoba llegue a ser, como París, «la Ville Lumière» , pero tampoco que siga como la ciudad en penumbra que es desde hace muchos años. La responsabilidad apunta a los sucesivos equipos municipales que han gestionado este tema de su exclusiva competencia.

El próximo martes, el grupo del Partido Popular llevará una pregunta al Pleno del Ayuntamiento en este sentido . La concejala popular Laura Ruiz, que dejó una buena huella en su paso por la Delegación de Infraestructuras (2011-2015) tanto por su eficaz gestión como por su sello de un pasado profesional ajeno a la política , inició cuando tuvo responsabilidades una mejora lumínica de Córdoba que se vio truncada con la llegada del actual cogobierno PSOE-IU que, a lo visto en sus sucesivos mandatos, prefiere las pocas luces y malas.

En fin, mientras la política nacional se despeña por un peligroso abismo de crispación -se ha visto en las formas de la celebración del pasado Día de la Mujer- que solo beneficia a los extremismos , en Córdoba, la ciudad donde nunca pasa nada, seguimos con los mismos problemas de hace dos décadas, pocas luces, Urbanismo no funciona, faltan aparcamientos , vivir en el casco histórico representa una proeza y el equipo de fútbol lucha por no bajar a Segunda B… « Nihil novum sub sole », para los de la Logse, Nada nuevo bajo el sol… que al menos nos sigue dando luz.