El paso atrás de Oltra para avanzar al frente

Oltra regresó a la idea que tan buenos resultados dio en la primera vuelta. Sin brillo y sin excesos, pero con efectividad y eficiencia. Después de 34 partidos ha quedado suficientemente demostrado que el 4-4-2 es el formato que mejor le entra al Córdoba en su delgado cuerpo. Así llegó a ser líder. Así logró en Huesca quebrar el desplome.

Además, las pruebas en la alineación y las oportunidades a los jóvenes del filial se han terminado. El técnico valenciano devolvió la titularidad al once de gala que mejores resultados ha dado durante el primer tramo de la competición. El único matiz fue la inclusión de Caballero, que no estaba disponible en la primera vuelta, por Markovic.

Oltra dio continuidad a Razak en la portería y apostó por fin por la defensa que menos dolores de cabeza le da al colectivo. Tiró de experiencia y galones devolviendo la titularidad a Domingo Cisma en el lateral izquierdo para acompañar a Stankevicius, Rodas y Deivid. Ninguno pasa su mejor momento, pero juntos son la mejor opción. Ahí queda la puerta a cero después de 12 jornadas sin hacerlo como muestra.

Luso ejerció de pivote defensivo con criterio y Caballero como constructor. En las bandas quedaron las dos mejores opciones: Pedro Ríos y Fidel. Cada uno dio una asistencia. En ataque, la pareja más letal: Xisco y Florin . Los dos marcaron.

Las claves de la recuperación están claras. Ahora, el Córdoba tendrá que ratificar que el punto de inflexión es real ante un rival de mayor entidad. El Tenerife será la prueba del algodón.