Ocho nuevos diáconos de Córdoba dan el penúltimo paso al sacerdocio

Pablo Fernández Grande y Fernando Suárez Tapiador, de Córdoba; Isaac Antonio González Ropero, de Priego; Miguel Ramírez González, de Palenciana; José Antonio Valls Fernández, de Málaga; Beranard Giancarlie Huamán Báez, de Cuzco (Perú), y Narcisse Kouame, de Costa de Marfil, son los seminaristas que han adquirido un nuevo estado.

Demetrio Fernández ha recordado que «al sacerdote se le pide que entregue la vida entera, y por eso debe esar consagrado a Jesucristo y a su Iglesia ». De ahí que se les pida el celibato. En su homilía, el obispo ha tenido palabras de cariño para los nuevos diáconos y sus familias, casi siempre presentes, y les ha animado a tener «un corazón que se consume y que arde».

En ese camino, que culminará dentro de unos meses cuando sean sacerdotes, habrá « momentos de cruz y de soledad , que también los tuvo Cristo», pero les invitó a permanecer fieles a la Iglesia a través del obispo como sucesor de los apóstoles.

Ha sido en una ceremonia llena de símbolos en que han recibido la bendición y la estola cruzada que es propia de su nuevo estado. «Ya no sois solteros, sino casados con la Iglesia», ha dicho Demetrio Fernández, que ha recordado sus nuevas atribuciones.