El hombre tranquilo

Aquel día dijo cosas y las dijo con mesura, con palabras serenas y con datos contundentes. En varios momentos, cuando las cifras y los porcentajes causaban más asombro, se hizo en el auditorio un silencio denso, reflexivo, sobre todo cuando resumió en una frase con aire de eslogan el resultado del Gobierno andaluz a lo largo de tantos años: «Andalucía está situada a la cola de todo lo bueno y a la cabeza de todo lo malo» .

Quizás fue la parte más importante: mostrar una realidad acongojante y demostrar que había multitud de retos pendientes , multitud de iniciativas para poner en práctica y que Andalucía saliese de su postración. «Lo tenemos todo para ser mejores», subrayó, «contamos con recursos naturales, nuestra gente es trabajadora y emprendedora, generosa y sacrificada».

Formuló preguntas hirientes, señaló deficiencias bochornosas y trazó, a grandes rasgos, los caminos que había que seguir para devolver el esplendor a Andalucía.

Cuatro años después la fortuna le sonrió y pudo llevar a cabo esas ideas que, básicamente, venían a proponer que existía otra forma de gestionar para ocuparse de los problemas reales de los andaluces.

Hoy estamos entre los mejores en creación de empleo, empresas y autónomos en España y el sectarismo, clientelismo y corrupción que en diversos períodos caracterizó a gobiernos de la Junta, ha desaparecido. Juanma Moreno lo ha conseguido con la misma moderación y rigor que empleó en aquella conferencia.

Con el ‘cambio tranquilo’ no ha traicionado su esencia que, sin duda, es su mejor aval ahora en el reto electoral, en contraposición al guirigay y despropósitos que contemplamos día a día en el Gobierno de Pedro Sánchez .