Antigüedades

Pero me parece que el alma de la Universidad es la educación, no la investigación. Y la Universidad moderna está más obsesionada por la investigación que por la enseñanza, más por la publicación que por la educación. Al profesor que enseña mucho y bien, pero investiga poco, se le mira conmiserativamente, como si su cerebro no diera para más. La investigación , tal como hoy se entiende, se pesa y se mide conforme a los criterios de las ciencias experimentales, se ha convertido en una actividad industrial. Y en la Universidad , el conocimiento debe primar sobre el rendimiento industrial.

La enseñanza no puede separarse de la investigación, pero en el sentido de contribuir a aumentar los saberes del profesor, para ponerlos a disposición del alumno . La función primordial del profesor universitario es enseñar a pensar, mediante buenas clases, bien preparadas, bien dichas, sintiendo al alumno en el lenguaje y atendiéndolo en su tempestuosa humanidad. De la Universidad ha de salir el estudiante habiendo aprendido a pensar por su cuenta, de forma libre y crítica. La grandeza y la dignidad del hombre consisten en tener pensamiento propio, eso viene de Pascal . Pensar por cuenta propia se opone al poder establecido. Y la oposición supone un peligro para la comodidad gubernativa. Una Universidad se logra cuando enseña a su gente la belleza y la grandeza del peligro de pensar, incluso si acaba convirtiéndose en un peligro para ella misma. Limitándose a repetir lo que han dicho otros se puede llegar a ministro de Pedro Sánchez . Pero poco más. Una Universidad de algún nivel universitario huye de la receta de las tres íes que propuso Berlusconi para la enseñanza: inglés , informática e impresa. Con ella se construye la sociedad de las tres aes, conforme al ideal sanchista de ciudadano: analfabeto, agradador y amoral.

La enseñanza es un acto de amor, no una función administrativa. Y uno, desde su modesta condición de jubilado, mantiene vivo el afecto por quienes fueron sus alumnos, les ha dado un buen refugio en el alma. Y desea con todas sus fuerzas que la vida haya sido con ellos generosa. Dentro de unos meses cambia de jefe la Universidad de Córdoba. Aunque nada pido ya ni nada espero, seguiré con interés las homilías de los candidatos . Por si oigo cosas nuevas, que serán tan antiguas.