Emiliano Pozuelo y sus últimos días como alcalde de Pozoblanco

Y precisamente ese es el punto que marca el balance de estos dos años de gestión donde Emiliano Pozuelo ha ocupado la alcaldía, lo que el equipo de gobierno que preside ha venido a llamar la «paz social». La tranquilidad ha llegado a un Ayuntamiento que su principal representante conoce a la perfección tras doce años en política -anteriormente fue concejal del PA - y donde ha querido trasladar una imagen de confianza, de cercanía y de transparencia .

Esa transparencia, por ejemplo, no ha conllevado que las cuestiones más conflictivas , como las referentes a personal , hayan pasado a un segundo plano o que la oposición haya dejado atrás las críticas sobre la información que se le facilita . Las «nuevas formas» tampoco han impedido que problemas como el de la suciedad de la localidad hayan desaparecido y aunque se han dado pasos para la legalización de los polígonos industriales las últimas acciones se han encaminado más a construir uno nuevo que a intentar sortear un proceso que se presume eterno. En el plano urbanístico, el plan plurianual de inversiones sigue intacto y ninguna de las cuatro obras programadas se encuentra en estado de ejecución.

Donde sí ha puesto su impronta el equipo de gobierno es, por ejemplo, en la bajada de impuestos apostando por una bajada progresiva del IBI, algo que ya se venía haciendo excepto en los años de restricciones del Gobierno central, y en la bonificación de las plusvalías. El otro gran hito a nivel político han sido los diferentes convenios firmados con los trabajadores del Ayuntamiento , aunque éstos han llegado con letra pequeña y algunos flecos siguen a día de hoy sin resolver. Otra seña de identidad de este gobierno ha sido su apuesta por el marketing y su capacidad de convertir en noticia lo meramente cotidiano.

El próximo 13 de junio Emiliano Pozuelo será relevado por Santiago Cabello , dos personalidades casi antagónicas con una capacidad de liderazgo también muy opuesta.

A nadie se le ha escapado durante estos dos años que Pozuelo ha representado la figura de consenso y cohesión no sólo entre el equipo de gobierno, con más problemas internos de los que han dejado ver en público, sino también con la otra parte del Ayuntamiento, la oposición. Una oposición que ha centrado sus críticas durante estos dos años en el PP y también en la figura de su líder, Cabello. A partir del 13 de junio será el político popular, que se presentó como independiente a las elecciones, el que tome las riendas del Ayuntamiento de una localidad cuyos ciudadanos se dividen entre quienes confían en el que será su nuevo alcalde y entre quienes piensan que el cargo le viene grande .