EL DEDO EN EL OJO
En sus cortas luces
La percepción sobre la ciudad condiciona la suya propia. Iluminar la vía pública no es un trampatojo ideológico
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEn su magnífico libro «Psicopatología de la vida urbana», el egregio psicólogo José Luis Pinillos vino a ofrecernos unas más que interesantes reflexiones sobre el desarrollo humano en el contexto de su entorno arquitectónico. Versa el libro (desde una perspectiva psicológica pero también desde ... un enfoque filosófico y antropológico) sobre la relación entre el hombre y la ciudad y sobre cómo ésta determina la percepción de sí mismo y de la historia. Un aspecto destacado de la obra resulta de la reflexión que el autor hace acerca de la capacidad que tienen las ciudades para generar psicopatologías en las personas: por sus diseños, por los ritmos que imponen, por su ser inabarcables.
Me ha venido el libro a la cabeza al tener conocimiento de la noticia del apagón de nuestra calle Cruz Conde y de otras vías cordobesas que han entrado estos días en depresión aminorando su vigor lumínico. De algún modo el escenario en el que se desarrollan nuestras vidas, ha adoptado un agorero tono oscuro como anticipando la tragedia que ha de cernirse sobre dicho decorado. Son muchos los ciudadanos y comerciantes que se han lamentado de tan sombrío ambiente elevando su voz hasta Capitulares para pedir una explicación.
Fruto del apagón los ánimos parecen decaídos y pasear por Cruz Conde, por Ronda de los Tejares o por Colón parece una experiencia poco recomendable para todo aquel a quien le flaquee el espíritu. Es así como la ciudad nos afecta ensañándose con nosotros al ofrecer su rostro más lúgubre.
Puestos a pedir explicaciones nuestra concejal de Infraestructuras, Amparo Pernichi , viene a decirnos que todo está correcto y que la bajada en intensidad lumínica responde a una plan de eficiencia energética con el que se pretende ahorrar energía y reducir la contaminación visual. Pero como somos más avispados de lo que imagina nuestra comunista concejal, somos capaces de ver (pese a la poca luz existente) que bajo esa declaración se esconden las aviesas intenciones que la ideología de la edil esconde: el dispendio lumínico no es sino una muestra del capitalismo más salvaje. Y por esa razón hay que cerrar el grifo para que las eléctricas no se lucren y para que el consumismo que propicia nuestro comercio se vea atenuado. Estamos asistiendo, en definitiva, a la materialización de una caduca ideología en el decorado de nuestras vidas que es la calle. Bueno sería que la señora concejal se iluminase en su casa con candiles o con el famoso velón lucentino, pero haga usted el favor de no tocar lo que es de todos. Que no se trata de hacer de nuestras calles un trasunto del Times Square neoyorquino, pero tampoco nos obligue usted a vivir en la oscuridad de ciudades como La Habana o Caracas .
Y tampoco nos haga usted reír con ocurrencias, porque eso de que nuestra retina se acostumbrará cuando todas las calles hayan bajado su intensidad en iluminación suena a broma de mal gusto . No sé, en todo caso, si su propósito final será el de que andemos todos a tientas reconociéndonos unos a otros por el tacto. Aunque eso, a buen seguro, daría para poner el grito en el cielo denunciando acoso machista y montando la zapatiesta propia del marxismo-feminismo que, a buen seguro, abrazará la señora concejal.
Es bueno tomar nota de las «pocas luces» que tienen estos políticos ahora que se acerca la hora de decidir quien gobernará la ciudad. Porque de nuestro voto dependerá que Córdoba vuelva a resplandecer o siga sumida en la oscuridad, en esa penumbra que procuran esta clase de ideologías siniestras que dan para tan poco alumbrar.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete