Suscríbete a
ABC Premium

Jesús Cabrera - El molino de los ciegos

El cierre de Santa Isabel

Un convento vacío es como un reloj parado, algo inútil. Al edificio de Santa Marina se le buscará otro destino. Pero no será lo mismo

Un convento vacío es como un reloj parado, algo inútil. Al edificio de Santa Marina se le buscará otro destino. Pero no será lo mismo

Hacía casi medio siglo que la ciudad no vivía el cierre de un convento, algo que lógicamente siempre conlleva un ... malestar popular porque la clausura nunca es lo suficientemente fuerte para que en el entorno más inmediato siempre exista una cálida relación de afecto y familiaridad. Las comunidades religiosas hacen permeables las tupidas rejas y los sólidos portones para establecer una relación de afecto mutuo con el barrio que no entiende de globalizaciones, ni de nuevas formas de vida. Hoy, como ayer, un convento de monjas es mucho más que un edificio de altos y blanco muros.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia