Calor extremo y asfixiante: Salud activa la alerta sanitaria roja por altas temperaturas en Córdoba

Según ha explicado el jefe de servicio de Salud, Francisco Antón, «es la primera vez que se activa esta alerta desde que se puso en marcha el Plan de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas; con anterioridad, en julio 2015, ya se elevó al nivel máximo el aviso sanitario.

¿Qué supone la activación de esta alerta máxima? Un mayor control y seguimiento a las personas especialmente vulnerables , esto es a aquellas de avanzada edad, que vivan solas, que no cuenten con visitas asiduas de familiares o amigos y que, además, no tengan aire acondicionado en sus hogares.

De esta forma, según Antón, «la Junta ya ha iniciado un protocolo de coordinación con otras administraciones para, si fuera necesario, trasladar a estas personas a centros que estén acondicionados durante las horas de máximo calor» donde, además, se les proporcionaría comida en el caso de ser necesario.

La Delegación cordobesa de Salud realiza el seguimiento telefónico a un total de 1.250 pacientes en la provincia, que permite identificar las situaciones y problemas del paciente e interconectar a las enfermeras gestoras de casos, enfermeras de familia y profesionales de Salud Responde. También facilita poner en marcha los mecanismos de control y actuación necesarios para minimizar los efectos de las altas temperaturas.

Emergencias 112 Andalucía recomienda una serie de conductas para prevenir y evitar riesgos asociados a las altas temperaturas.

La ropa ligera, de colores claros y de tejidos frescos es la más idónea a la hora de salir a la calle, sin olvidar complementos como sombrero o gorra y gafas de sol.

Además, se debe hacer uso de la crema solar . Aún así, debe evitarse la exposición directa al sol, sobre todo en las horas centrales del día, momentos en los que tampoco es aconsejable la realización de actividades deportivas o que supongan un importante esfuerzo físico.

La hidratación es fundamental ; hay que beber agua aunque no se tenga sed y evitar las bebidas alcohólicas que favorecen la pérdida de líquidos; los niños, los mayores y los enfermos crónicos son las personas más vulnerables a los efectos del calor, por lo que se les debe prestar una atención especial y procurar que se refresquen y se mantengan bien hidratados.

En casa, las ventanas, cortinas y persianas de las fachadas más expuestas al sol deben permanecer cerradas y el ventilador o el aire acondicionado encendidos; si no se tiene, se debe permanecer en las estancias más frescas de la casa.

La alimentación más recomendable es la basada en comidas frescas y ligeras , como frutas, verduras y platos fríos. La conservación de los alimentos debe ser vigilada especialmente; no interrumpir la cadena de frío y no consumir comida que haya estado expuesta al sol o que lleve mucho tiempo preparada son pautas aconsejables.