La artista Guadalupe Codes revive el chispazo de la greguería en el Colegio de Abogados de Córdoba

De esos momentos fugaces captados en la vida diaria se compone la exposición ‘Greguerías ilustradas’ , que ayer se inauguró en el Colegio de Abogados de Córdoba . Recogen el espíritu del singular género que inventó Ramón Gómez de la Serna y responden a un deseo de su autora: «Son una forma de explicar el mundo desde mi propia realidad».

Y su forma de ver el mundo consiste en acercarse a objetos que de pronto empiezan a ser otra cosa. Así, los rollos de tela en una tienda se pueden transformar en cañones que apuntan. La pipa sin té puede ser también una taza de café, además de algo para fumar, y la cómoda se llena de ojos que observan a quien se acerca a ella.

Guadalupe Codes, nacida en Jaén pero afincada en Córdoba, es una creadora inquieta que navega entre el dibujo y la literatura sin necesidad de cambiar entre uno y otro. Su obra ‘El va y ven’, publicada por la editorial Berenice , descubrió su pasión por el mundo del absurdo.

En la exposición que se acaba de inaugurar muestra los rasgos de un fino sentido del humor y un gusto por la creación instantánea, la que asalta cuando se camina. También por la espiritualidad. Firma sus obras como ‘GuaDala’ , con la D en mayúscula. Es la alusión a Dios, al creador, y lleva en el interior el corazón de Jesús.

Una de las obras que se pueden conocer hasta el próximo 4 de marzo es explícita. Se ve una cruz con las palabras ‘Wanted’ y se habla de Cristo como ‘el único al que muchos han perseguido y otros tanto andan buscando’. Sin figuras humanas, con la simple fuerza de las imágenes.

Guadalupe Codes cuenta que sus greguerías se han repartido por España en los últimos años. Las tienen, dijo, la princesa Leonor y la infanta Sofía , el dramaturgo Albert Boadella o el periodista Carlos Herrera , entre otros.

Con los dibujos comparten espacijo las acuarelas, como la que dedica al torero José Tomás , y en que su capa se transforma en la de Supermán. Más allá, la autora muestra una tarta de cumpleaños que enciende un calendario como el símbolo del paso del tiempo, o un colchón cortado como una barra de pan de molde.

Es el estilo de una autora que bebe de Dalí y de Mafalda , de La Codorniz, Lope de Vega , Chejov o Pippi Calzaslargas, y que en el futuro publicará nuevos libros con su obra, casi siempre para ayudar a entidades cristianas, como la Conferencia Episcopal, o culturales, como la Real Academia Española .