El acelerón

Sin amor no somos nada ( Corintios 13 , creo) y aquí, de momento hay mucho amor por hacer las cosas que no se han hecho. David Dorado , por ejemplo. Ese hombre no para. Va cambiando bombillas y poniendo más nuevas a la oscura -pero progresista- ciudad que nos había quedado. Y toldos. Y parques caninos. Y losetas. Y barredoras de Sadeco. Y a veces creo que descansa. Que conste que era así en el anterior mandato, pero en la oposición. Ahora, con mando en plaza, todavía no ha vuelto a su casa desde junio a comerse una paella viendo un telediario.

Como Torrejimeno , que abre piscinas allí donde había piscinas proletarias cerradas por los proletarios mandamases anteriores. Todo para el pueblo pero sin piscinas donde refrescarse el cogote. Ha llegado el delegado de deportes y le ha faltado poner personalmente el cloro. Lo que quiere decir que las cosas solo se hacen, ciertamente, haciéndolas.

Otros concejales están con el acelerón de manera callada, con menos presencia en medios y redes. Y después está Salvador Fuentes , que lleva otro ritmo. Que lleva el ritmo, en realidad. Averiguando anda el hombre cómo pagar pronto los más de seis millones de euros a proveedores que se ha encontrado bajo una alfombra de proveedores, claro. Cerca de 50 millones se quedaron sin invertir en el anterior mandato. Ahora también sabemos que fue no pagando.

La gasolina definitiva la ha puesto la Junta esta pasada semana con los presupuestos aprobados para rabia de Susana y de los adalides de Victoria Kent, esos a los que no se les puede toser ni decir lo que es el feminismo. Que sigan en su feminismo sectario mientras aquí, y ya era hora, los políticos se han puesto a trabajar. A ver cuánto dura el acelerón sin que los personalismos y las siglas comiencen a fastidiarlo.