El último caminar glorioso de la Virgen del Amparo de Córdoba

Esas mismas nubes, que arreciaban en San Francisco hicieron tomarse con calma el momento de la salida. Casi a las 18.30 de la tarde, Nuestra Señora del Amparo se levantó por primera vez dentro de la parroquia de San Francisco . Con el peso recayendo sobre el costal de la cuadrilla, el cortejo inició camino hacia el Compás, ante la atenta mirada de los fieles que se congregaron en los alrededores de la calle San Fernando.

El olor a incienso avanzaba lo que venía. Un nuevo paso, una nueva imagen, iba a ver el cielo cordobés en este año tan especial en ese sentido. A diferencia de otras salidas, el silencio que se guardaba en el compás de San Francisco era sepulcral y solo los sones de la banda ecijana de AMUEC I , interrumpieron el ambiente tan reservado que allí acontecía.

La música no se esperar. Ya dentro del templo entonaron su primera marcha, a la que le dieron continuidad con la marcha Real confirme la Virgen avanzaba sobre el pórtico de salida. Las órdenes de Luis Miguel Carrión «Curro» , llevaron con majestuosidad todo el recorrido al paso que portaba a la cotitular de la hermandad del Huerto de Córdoba.

Conforme la noche cayó, los cirios de los fieles se encendieron para abrir camino al cortejo. Durante todo el recorrido, la incertidumbre siempre ocupó un lugar en las mentes de todos los que conformaron la procesión de Nuestra Señora del Amparo. Con la llegada de la imagen nuevamente a la parroquia de San Francisco, las procesiones de gloria de la ciudad de Córdoba tocaron a su fin en el que puede ser el año más especial de los últimos tiempos en lo que a salidas procesionales se refiere.

Cabe destacar que la imagen procesiona sobre la parihuela de María Santísima de la Candelaria , quedando el paso compuesto por diferentes enseres de la Hermandad. Destacando que en 2015 se estrenó la Media Luna realizada por los hermanos de la Cofradía José Carlos Rubio Valverde y María del Valle Prieto Romero.

La Virgen del Amparo muestra al Niño Jesús, verdadero Salvador , en su faceta más humana, como inocente Niño que duerme plácidamente en brazos de su Madre. Por su parte, en la mano derecha nos muestra una azucena, símbolo mariano de la pureza. La Virgen del Amparo queda coronada por una diadema con decoración de estilo rocalla.

La tarde del uno de noviembre volvió a tener color de gloria. Pese a todas las actividades solemnes que se desarrollaron en distintos puntos de la ciudad, rincones que rezuman olor a historia de Córdoba. Por la plaza del Potro, las calles Lucano, Line ros o don Rodrigo, avanzó el cortejo. Los fieles devotos acompañaron durante todo el recorrido.