La luz que brilló durante ocho días para la Virgen de la Fuensanta

La Virgen salió de su templo en una soleada de domingo camino del templo de Santiago. Tras pasar allí una noche, caminó al día siguiente para llegar a Puerta Nueva , donde fue recibida por las hermandades de aquel templo. De la casa de la Virgen del Carmen, a la casa de la Virgen del Carmen. De Puerta Nueva a San Cayetano . Ese fue el recorrido que realizó el día 3. Allí la Virgen fue recibida también por la imagen de Nuestro Padre Jesús Caído en lo que fue la reunión en el mismo templo de tres grandes devociones de la ciudad.

Además, ese mismo día, la imagen también visitó el Juramento de San Rafael , realizando un encuentro con San Rafael, custodio de la ciudad y otra de las grandes devociones de Córdoba. Aquel fue un día difícil de superar para el simbolismo cofrade cordobés, en lo que fue la primera vez que ambas imágenes coincidieron.

Desde San Cayetano se caminó hasta San Francisco donde también fue recibida por las hermandades que allí están erguidas canónicamente. Esa fue su penúltima parada antes de llegar a la Santa Iglesia Catedral. El último templo hasta el que se acercó fue la parroquia de San José y Espíritu Santo , sede canónica de las hermandades de la Vera Cruz y el Descendimiento. Una vez se celebraron todos los actos en el templo mayor de la Diócesis, la Virgen de la Fuensanta celebró su tradicional procesión hasta el Santuario que lleva su nombre.