El recuerdo a San Acisclo y Santa Victoria en Córdoba, en el interior de la Catedral

La Iglesia de Córdoba ha realzado el día de los patronos, pero sin la masiva presencia de niños y jóvenes junto al paso de San Acisclo y Santa Victoria, y en el interior de la Santa Iglesia Catedral.

El destino final de estos chicos no ha podido ser como estaba previsto el templo de San Pedro, donde se hallaron hace cuatro siglos y medio los restos de quienes perdieron la vida por su fe.

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Valerio Merino

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En su lugar han sido los directores y los profesores de los centros educativos de la Fundación Diocesana de Enseñanza Santos Mártires los que han acudido al templo mayor para honrar a Acisclo y Victoria que, sobre el paso procesional, han permanecido en el interior.

El delegado municipal de Fiestas y Tradiciones, Julián Urbano, la dirección de la Fundación, numerosos sacerdotes vinculados con estos colegios, los jóvenes costaleros y algunos niños han estado presentes a partir de las cinco de la tarde en las naves de la Mezquita-Catedral.

Documenta Eulogio de Córdoba que Acisclo y Victoria fueron martirizados durante el mandato del emperador Diocleciano. Su testimonio, lejos de olvidarse, ha latido durante todo este mes consagrado en las aulas y fuera de ellas a los mártires.

Las imágenes que hay en el sagrario de la parroquia de Santa Marina de Aguas Santas, restauradas recientemente en el taller de Rafael Fernández Aguilar, no han podido estar en las calles este lunes, pero la candelería encendida y las flores rojas han transmitido igualmente su mensaje.

San Acisclo y Santa Victoria salieron en procesión hace poco más de un mes, el pasado 4 de octubre, junto a Jesús Sacramentado en la Custodia de Arfe y la Virgen de la Fuensanta para el Encuentro Jubilar por el Año de la Esperanza, pero la de este lunes se ha visto frustrada para no poder en riesgo la integridad de los niños y sus familias, muchos de ellos de la provincia.

Actividades culturales, lúdicas y de formación adaptadas a los distintos cursos han sido el marco durante varias semanas previas en el que profundizar en la historia de los mártires, que forma parte de la historia misma de la ciudad.

La escuela, en comunión, no ha podido vivir con tanta alegría este día como otros años, pero ha tenido la vista puesta en el ejemplo de entrega y coherencia de los mártires y teniendo presente el legado de santidad más cercano.

Por otra parte, Nuestra Señora Reina de los Mártires, titular de la hermandad de Buena Muerte, permanece durante toda la jornada del lunes hasta las nueve de la noche expuesta en devoto besamanos para veneración de los fieles en la Real Colegiata de San Hipólito.

Ha presidido el altar mayor de esta iglesia y ha lucido el manto de vistas porque el de salida se encuentra en restauración en las instalaciones del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

También Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo, de la hermandad de la Misericordia, con saya roja, manto negro y la diadema que estrenó en septiembre, ha sido vestida en San Pedro para la festividad de los Santos Mártires, San Acisclo y Santa Victoria.

La cofradía ha realizado su tradicional ofrenda floral en el Puente Romano a San Acisclo y Santa Victoria y después, en San Pedro, se dispone a celebrar la misa de rito hispano-mozárabe en honor de los patronos de la ciudad.

Este año 2025 resulta más especial si cabe porque se cumple medio siglo de la primera misa de este histórico rito que se celebró en Córdoba después de una interrupción de varios siglos, como resalta la corporación. Precisamente, se cuentan los días para la apertura de la puerta santa del Año Jubilar de los Santos Mártires el próximo sábado 22 de noviembre.