Pasión en Córdoba
Júbilo y esplendor en torno al Santísimo y la Fuensanta en Córdoba
La Custodia de Arfe acude a la Plaza de toros al Encuentro Diocesano por el Año Jubilar, precedida por los patronos de la ciudad, los santos Acisclo y Victoria, y la Virgen
El obispo, Jesús Fernández, preside la misa en la Plaza de toros ante 7.000 personas
La procesión con Jesús Sacramentnado saldrá por Poniente en Córdoba: hora y detalles
Córdoba
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Iniciar sesiónCánticos eucarísticos, música sublime y todas las realidades de la Iglesia de Córdoba juntas en un mismo cortejo con sus estandartes indicaron que se vivía algo de especial significación en torno al Santísimo Sacramento.
La diócesis de Córdoba fue testigo ocho ... años después de un nuevo Encuentro Jubilar por ser este 2025 el Año Jubilar de la Esperanza, y Jesucristo Sacramentado en la monumental Custodia de Arfe salió por las calles de Poniente el sábado.
A las seis y media de la tarde, con un sol pujante y calor inusual en octubre, comenzó a caminar el larguísimo cortejo desde la parroquia del Beato Álvaro de Córdoba por la calle José Dámaso 'Pepete' y la avenida de Manolete hacia la Plaza de toros.
La multitudinaria procesión y la misa con Jesús Sacramentado en la Plaza de toros, en imágenes
Rafael carmonaLa Custodia de Arfe sale desde la parroquia del Beato Álvaro precedida por representaciones de todos los movimientos eclesiales para el Encuentro Jubilar Diocesano
Una mirada detenida dejaba constancia de movimientos muy diversos: desde el Apostolado Mundial de Fátima, los Scouts, las Madres Mónica, Manos Unidas, a la Asociación de Reparación del Sagrado Corazón de Jesús, Cooperadores Salesianos, el Proyecto Amor Conyugal, y hermandades de la capital y de otros municipios.
Los santos patronos de la ciudad, San Acisclo y Santa Victoria, sobre el paso guiado por Enrique Garrido, eran catequesis plástica para niños, jóvenes y mayores. Las flores en rojo oscuro y guirnaldas de laurel, y las palmas del martirio volvieron a hacer hincapié en quien pierde su vida por la fe que profesa. La banda del Cristo del Amor interpretó a la salida la marcha 'Encarnación Coronada'.
La Sierra de Córdoba, rica en tonalidades verdes, presenció en silencio esta jornada de júbilo para los creyentes en la que el Santísimo y la Fuensanta estuvieron en las calles fuera de sus fechas habituales, y se acercaron a este barrio y a sus vecinos, en una oportunidad que no se da todos los días.
La Patrona de Córdoba, la Virgen de la Fuensanta, fue llevada en parihuela dirigida por Fernando Chiachío, con un delicado exorno floral en blancos y verdes. En su pequeñez volvió a ser grande, y volvió a mostrarse como Fuente Santa de gracias, fe y peticiones concedidas.
Las cofradías sacramentales y las asociaciones y secciones de Adoración Nocturna Española y Adoración Nocturna Femenina Española de toda la diócesis, los seminaristas y el clero fueron más próximos al paso del Corpus, que dejaba atrás el templo a los sones de 'La Sagrada Cena', de Pedro Gámez Laserna, a cargo de la banda de música de la Esperanza.
El tintineo de las campanitas, el andar elegante del paso con la Custodia, llevada por el habitual equipo de David Simón Pinto, el brillo en los ángeles que portaron racimos de uvas y espigas, el incienso hablaron por sí solos de la grandeza de los instantes presenciados.
La Esperanza desgranó un selecto repertorio, con marchas como 'Dulce Nombre de Jesús', 'Cordero de Dios, 'Rey de Reyes' y 'El Corpus'. La procesión fue la manifestación más notoria y visible en las calles de lo que comenzó desde por la mañana en el Colegio de la Trinidad.
El largo cortejo fue entrando en la plaza por la Puerta de los Califas y el paso de la Custodia y de los patronos permanecieron en el exterior. El Santísimo fue llevado al interior del Coso de los Califas bajo palio de respeto.
En el interior el ambiente era impresionante, con 7.000 personas congregadas en los asientos en la arena y los tendidos para recibir a Jesús Sacramentado y a la Fuensanta. Hubo un momento de adoración, bendición y reserva, seguido por la misa que presidió el obispo de Córdoba, Jesús Fernández, y contó con el Coro y Orquesta de la Catedral.
El regalo de la fe
En la homilía habló de «la fe, que es un regalo muy valioso. Por eso se la piden los apóstoles a Jesús». Añadió que «es extraño ser creyente y no practicante porque son fundamentales los sacramentos para aumentar la fe. Este tesoro de la fe en Dios se está sustituyendo por la fe en la ciencia y los avances tecnológicos».
El Encuentro Jubilar comenzó el 4 de octubre por la mañana temprano en el Colegio de la Trinidad. Allí 600 participantes abordaron las realidades eclesiales a las que pertenecen para entablar la reflexión y encarar el futuro.
Analizaron por grupos la transmisión de la fe, los procesos formativos, la vocación, los jóvenes y el compromiso en la vida pública. La ponencia general la pronunció Jesús Fernández, en la que deseó que «los grandes eventos nos sirvan para impulsar nuestra renovación pastoral».
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