La hermandad del Resucitado de Córdoba también suspende su salida por la lluvia

Si otros Domingos de Resurrección se recuerdan radiantes a pleno sol a las puertas de Santa Marina (cuya fachada luce espléndida tras unas labores de restauración y limpieza), éste fue gris, muy frío y lleno de paraguas multicolores.

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Álvaro Carmona

La cofradía de Santa Marina también tuvo que suspender su procesión por la lluvia

El cortejo que debía poner el broche a la Semana Santa que se ha tenido que vivir más de puertas para adentro (casi tanto como las de los dos años de pandemia) también permaneció en el templo, entre gestos serios, ojos llorosos y rezos a sus imágenes. Hubiera sido un bonito colofón a tantos días grises de desasosiego, pero queda truncado.

María Santísima Reina de Nuestra Alegría, que asumió todo el protagonismo de la procesión el año pasado, (el paso del Señor tuvo un problema técnico) también se quedaba en caso en su alegre palio. Y su rostro feliz y radiante parecía estarlo un poco menos ante la suspensión, con el palio encendido.

La cofradía estaba preparada, desde el cortejo nazareno hasta los costaleros, pero no ha sido posible. A la misma hora la lluvia era muy intensa. La Agrupación Musical Cristo de Gracia iba a poner los sones al Señor Resucitado y la banda de música de la Estrella, iba a acompañar a la Virgen de la Alegría.

El Sábado Santo por la noche la cofradía le comunicó a los hermanos que fuesen a hacer la estación de penitencia que no llegasen vestidos con el hábito al templo, sino que lo llevaran guardado en una bolsa.

Esa fórmula, seguida por otras corporaciones, buscaba preservar los equipos de la lluvia mientras se afrontaba la decisión en tiempo y forma el mismo Domingo de Resurrección. Se cierra así una Semana Santa con una incidencia inusual de la lluvia: de las 38 cofradías que van a la carrera oficial han tenido que suspender 30.