transportes
Retrasos de los trenes Avant: «Hay personas que hasta se han tenido que ir a vivir a Sevilla»
La plataforma de usuarios de las lanzaderas de Córdoba a Sevilla y Málaga denuncian el deterioro del servicio, falta de plazas e información
Usuarios de los trenes Avant de Córdoba a Sevilla y Málaga crean una plataforma para pedir mejoras contra los retrasos
Córdoba
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Iniciar sesión«Hay gente que se ha tenido que ir a vivir a Sevilla por los retrasos en los trenes», explica contundente Eva García a ABC. Es una de las claves que ha provocado la creación de una plataforma de afectados por el servicio de los ... Avant. Las conocidas como lanzaderas que unen Córdoba con Sevilla y Málaga han sido un servicio de transporte puntero en las últimas décadas, pero centenares de usuarios se han unido recientemente para denunciar su progresivo deterioro, especialmente en el último año.
La 'Plataforma afectados por los trenes Avant Andalucía' nació el 27 de octubre. Reclaman mejoras en los trayectos Córdoba-Sevilla-Málaga. El problema fundamental al que se enfrentan es la falta de puntualidad de los trenes que antes tenían un alto grado de cumplimiento. Los retrasos en salidas y llegadas están provocando que estos ciudadanos lleguen tarde a su trabajo de forma reiterada.
La plataforma ha conseguido reunir a más de 300 usuarios del eje principal de los problemas: Córdoba-Sevilla-Córdoba. Las rutas a Málaga también sufren situaciones similares, con lo que la lista de adhesiones supera los 500, aseguran. Los retrasos son sólo la punta del iceberg que les ha hecho unirse y solicitar soluciones urgentes.
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Los usuarios también denuncian un deficiente sistema de reserva-venta de billetes para los abonos Avant que utilizan. Aseguran, en declaraciones a ABC, que no saben cuándo salen a la venta, ni con cuánta antelación ni a qué hora. Citan como ejemplo que, en las dos últimas ocasiones y para periodos de dos meses, salieron de madrugada: a la una y a las cinco.
Eso supone, explican, un alto riesgo de quedarse sin plazas en el tren más demandado (6.50 horas), ya que otro lamento es la falta de plazas suficientes para cubrir los horarios punta de más demanda de viajeros.
También censuran la supuesta falta de transparencia de Renfe o Adif para informarles de las incidencias que sufren sus trenes, así como que, cuando obtienen alguna respuesta, ya es tarde. Igualmente, no comprenden la ausencia de un protocolo de alternativas al viaje cuando se produce alguna incidencia. Muestran incluso la cara oculta del mantenimiento de muchos de estos trenes: viajes sin aire acondicionado en verano, malos olores o falta de previsión en las revisiones que pueden evitar retrasos.
Los miembros han pedido formalmente una reunión con Renfe y el alcalde de Córdoba. La operadora aseguró a ABC que, a fecha del jueves, no habían recibido aún ninguna carta o escrito para solicitar una reunión. Además, asegura que no dispone de datos sobre los retrasos producidos.
Laura Blanco
«No es sólo un problema laboral, también de conciliación familiar»
Laura Blanco es la portavoz de la 'Plataforma afectados por los trenes Avant Andalucía' que se constituyó el 27 de octubre para dar un altavoz a los problemas que los usuarios de este transporte están sufriendo. Se constituyó en Córdoba, pero con vocación regional, ya que los problemas afectan por igual a usuarios cordobeses, sevillanos y malagueños en las conexiones entre las tres ciudades, especialmente en las primeras horas del día y de la tarde (pero no exclusivamente). «Las pautas y los problemas se repiten casi a diario», señala a ABC, ya que «es un problema continuo que tengamos que llamar al trabajo para avisar de algún retraso» en los trenes que les obliga a llegar tarde a su puesto laboral.
Para ella, es un problema que afecta «a médicos, profesores, pero también a muchas personas que trabajan en la empresa privada». Además, reflexiona con criterio que la impuntualidad que recriminan a Renfe «no es sólo un problema laboral», que es lo que ha motivado esta movilización, sino también «de conciliación familiar», puesto que se produce tanto «en trayectos de ida» principalmente «como de vuelta», por lo que a veces «no nos da tiempo a recoger a los hijos, a llegar a un cita médica o a una gestión con las administraciones».
Sin embargo, la lista de problemas, agravios y quejas van más allá de la impuntualidad de los Avant. Los lamentos de este colectivo de afectados de la que es portavoz incluyen «la falta de transparencia con lo que ocurre en cada momento para provocar un retraso y la falta de explicaciones en muchos casos» sobre lo que está sucediendo o cómo y cuándo se estima que se podrá solucionar.
Además, Blanco, en nombre de la plataforma, también demanda conocer una pauta sobre cuándo se van a poner a la venta los billetes que tienen que reservar con sus abonos. «No sabemos cuándo van a salir, ni qué día, ni con cuánta antelación ni a qué hora; va cambiado», lo que motiva que «tengamos estrés y ansiedad por saber si vamos a tener plaza o no para ir al trabajo cada día».
Para Laura Blanco, «antes los problemas eran esporádicos, pero ahora las incidencias son reiteradas». De hecho, demanda que «tampoco tienen una alternativa protocolizada para solventar las incidencias que van surgiendo» sobre si viajar en otro tren, otro transporte alternativo, etc. Blanco explica que «las reclamaciones se suelen resolver rápido, pero no queremos devoluciones lo que buscamos es llegar a tiempo a nuestro trabajo».
La portavoz de los miembros de la plataforma explica a este diario que han solicitado ya formalmente por escrito una reunión al gerente de Renfe en Andalucía para tratar de explicarles sus demandas para mejorar el servicio. Incluso, desvela que han pedido una reunión con el alcalde de Córdoba, José María Bellido, para darle a conocer la problemática y pedirle su mediación. También sondean contactar con la Junta de Andalucía como enlace. Lo cierto es que un problema puntual se ha vuelto tan rutinario que les ha obligado a reclamar sus derechos.
Diego Yergo
«No hay plazas suficientes para viajar en las horas punta»
Diego Yergo es funcionario que vive en Córdoba y trabaja en Sevilla. La misma situación pretendía realizar su hija, maestra en la capital de Andalucía. Sin embargo, ha sido imposible para ella compatibilizar la vida aquí con trabajar en la capital andaluza. «Empezamos a ir los dos juntos en el tren a Sevilla, pero los continuos retrasos han provocado que mi hija se haya tenido que ir a vivir a Sevilla», relata este usuario de la lanzadera de Córdoba a Sevilla. «El estrés y la ansiedad que le creaba llegar tarde por la impuntualidad de los trenes a su trabajo» le ha obligado a cambiar de residencia. Ahora es la única solución ante la repetición de las incidencias.
Este empleado público refleja que «he sido usuario también hace diez o doce años de forma continua en el Avant Córdoba-Málaga, y durante los más de dos años que viajé en ese trayecto creo que sólo tuve una incidencia y fue por la lluvia», lo que «se puede comprender». Sin embargo, la cuestión con los Avant «es que ahora el servicio cada vez va a peor, el problema es que los retrasos e incidencias se han generalizado».
Yergo lamenta que también se han deteriorado otras cuestiones de un servicio que antes era una seña de identidad de calidad para Renfe: «Las soluciones no tienen nada que ver, antes si había un problema te subían al siguiente AVE del trayecto, pero ahora no sabes cuándo o cómo vas a poder viajar». Para él, «además de los retrasos, otro problema es que las plazas para viajeros de los horarios punta están saturados, si te hacen un contrato y tienes que ir a Sevilla, ya sabes que durante más de un mes no vas a tener plaza para viajar».
María Z. A.
«Hay veces que tenemos que ir a un hotel por no llegar a tiempo»
María Z. A. es sanitaria en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla y lleva casi cuatro años siendo usuaria continua tanto de los trenes Avant como de los Media Distancia que unen Córdoba con Sevilla. Todas las semanas viaja entre dos y tres trayectos por sentido de la circulación. «Llegar tarde al trabajo por el retraso de los trenes no es un problema que afecte sólo en la empresa privada también lo es en la pública, porque los funcionarios también tenemos un horario que tenemos que cumplir», explica en primer lugar.
Relata que «cada vez que no puedo llegar a mi hora al trabajo, además del estrés que me genera, también condiciona la conciliación de otra familia, porque mi compañera tiene que quedarse más tiempo en su puesto» de trabajo. «Es una santa», asegura con resignación después de la amplia lista de veces que le ha tenido que solicitar más tiempo para llegar al centro sanitario por culpa de la impuntualidad ferroviaria.
María trabaja en el hospital Virgen Macarena de la capital andaluza y señala con desconcierto y desazón que «cada cierto tiempo también te quedas a veces sin billete para el tren que necesitas, por lo que me tengo que pagar un hotel para pasar la noche», lo que supone también un quebranto económico. A su juicio, «esto está pasando y no puede ser». María, como clienta habitual de los servicios Avant de Renfe en Andalucía, explica que «lo que está pasando este año es horrible y nunca había pasado con tanta frecuencia». Añade que «si hemos creado esta plataforma es porque estamos muy cansados, esto no puede ser». Los problemas han pasado «de ser puntuales años atrás a convertirse en algo sistemático».
Y no es sólo cuestión de los retrasos, tienen más reivindicaciones. «Hay días que la aplicación en la que tenemos los billetes del abono no funciona», lo que les impide subir al tren. Esto provoca que haya que «ir a conseguirlo en papel a taquillas, con el riesgo de perder el tren». Como solución, «le hacemos pantallazos a todos los billetes para evitar que la aplicación no se abra y te quedes sin viajar» ese día.
Esta sanitaria denuncia que «el mantenimiento es regular, pero hasta eso podíamos pasar», el problema es que «los retrasos e incidencias se han multiplicado y no se puede tolerar». Sobre los posibles problemas que han podido crear la gratuidad en los Media Distancia o la reducción del precio en los Avant, aclara que «se dio al principio en los Media Distancia, pero ahora te penalizan y se ha corregido; no se ocupan las plazas sin viajar como pasó al principio».
Eva García
«Este verano, en plena ola de calor, viajamos sin aire acondicionado»
Eva García trabaja en una empresa pública en Sevilla, pero reside en Córdoba. Es una de las representantes de los «más de 300 usuarios» que se han unido en una plataforma para reclamar mejoras en los Avant entre Córdoba-Sevilla. Sin embargo, aclara que también cuentan con adhesiones de los recorridos a Málaga hasta Córdoba o la capital de Andalucía, por lo que «superamos los 500» miembros.
«El principal problema es la impuntualidad que nos hace llegar tarde a nuestro puesto de trabajo», empieza García. Sin embargo, es sólo un primer escalón de una escalera de más obstáculos. Entre ellos, lamenta que «tampoco hay plazas suficientes» en los Avant para cubrir la alta demanda en las horas punta de los trayectos, además de que «tampoco hay alternativas definidas cuando se produce una incidencia» sobre cómo viajar o en qué medio alternativo se puede hacer».
García, que ha comenzado a usar el Avant este año con el inicio de los problemas, señala que «cuando vemos colas en el acceso o en el andén, ya sabemos que vamos a llegar tarde al trabajo». Igualmente, censura que «generalmente no sabemos lo que pasa y cuando te dicen qué ha pasado ya estás en casa o en el trabajo, y no te sirve de nada». Recuerda que «hay gente que se ha tenido que ir a vivir a Sevilla porque en sus empresas les dijeron que no podían seguir llegando tarde» por los retrasos de los trenes. Una situación que supone un cambio de residencia y un giro radical de vida.
Eva reclama «más previsión» porque hay veces que no sale un «tren por una puerta que no funciona o un escalón roto», que lleva días así y nadie lo ha arreglado hasta que «algún revisor o maquinista se niega a viajar». Sobre la posible falta de mantenimiento, asegura que «ha habido días en plena ola de calor en verano que hemos viajado sin aire acondicionado; vimos a una chica que iba a Málaga desmayarse por esto».
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