Lo hace en estos días la parroquia de Santa Luisa de Marillac, que en el barrio del Guadalquivir se ha distinguido en los últimos años por una amplia labor caritativa que ha comenzado con los niños y jóvenes, pero también con el resto de la población, y que ha buscado la complicidad del resto de la ciudad.
Ahora el párroco, Miguel David Pozo León, asegura que hay jóvenes que duermen en la calle y que en este tiempo se acercan a la iglesia buscando resguardo, «porque en los albergues hay lista de espera». Por eso ha dado un paso al frente para ayudar.
«Hemos preparado camas, pero la parroquia también es muy fría», asegura el sacerdote en un mensaje que se ha difundido a través de Whatssapp, y que busca reunir la mayor cantidad de ayuda posible. Porque su idea es que las personas sin hogar cenen y duerman todos los días en las dependencias parroquiales.
«Somos caricia de Dios para el herido y daremos el abrazo de la acogida», ha asegurado el párroco
Quienes quieran colaborar podrán aportar mantas y sacos de dormir, que permitan mitigar los efectos del frío y que hagan posible que se puedan abrigar en estos días, y así acoger, según el párroco, «al mayor número de personas posibles», teniendo en cuenta todos los que se acercan allí.
Es su deber expresado en el Evangelio: «Somos caricia de Dios para el herido y seguro que daremos ese abrazo de la acogida a pesar de nuestra pobreza».
La parroquia busca así la colaboración de los cristianos y de la sociedad en general para continuar con una labor que en los últimos años ha cristalizado en proyectos como 'La Puerta Verde', donde también ha sido capaz de sumar la caridad de una gran parte de la sociedad de toda Córdoba.
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