El obispo de Córdoba, sobre la eutanasia: «Matar al que sufre porque es más barato que atenderle es una grave degradación social»

En este sentido, monseñor Fernández defiende que hay que trabajar en la dirección que abogue por «la vida, la promoción de la vida, el respeto a la vida en todas las fases de su existencia. Desde el momento en que la vida es concebida en el seno materno, la vida es sagrada, porque es siempre un don de Dios».

Igualmente, en sus criterios a la hora de votar, el obispo recuerda la importancia «del respeto sagrado a la vida, que debe llevar a atender a los débiles, a los más vulnerables o disminuidos, a las personas que afrontan una enfermedad incurable incluso en situación terminal».

En este sentido, señala que «una sociedad mide su altura moral por la capacidad que tiene de atender a estas personas. Introducir la 'muerte digna', esto es, matar al que sufre porque es más barato que atenderle, es una grave degradación social, aunque lo pidiera el enfermo. Cuando un enfermo es querido y atendido, no pide la muerte».

Por otro lado, pone el acento en que «el nido de la vida es la familia, la unión del varón y la mujer abierta a la vida [...]. Ya sé que muchos piensan otra cosa, y respeto a las personas sea cual sea su situación, pero Dios tiene un plan para el hombre en la familia tal como Él la ha diseñado, y ahí está la felicidad del hombre y de la mujer, y la armonía de la sociedad entera».

Según Demetrio Fernández, en de cara a los próximos comicios hay que «analizar las propuestas de progreso social para todos, sin excluir a nadie. Y menos aún sin excluir a Dios o no dejándole lugar.Dios es el mejor garante de los derechos y la dignidad humanos».

Así, pide prestar especial atención «a todas las situaciones humanas de injusticia, de marginación, de violencia, de respeto a la dignidad de la persona, del derecho al trabajo digno, del derecho a la vivienda, del derecho a la educación según la elección de los padres, del derecho a una sanidad para todos, y de la solidaridad con los más pobres de la tierra, incluyendo a los emigrantes, que buscan una mejor situación y nos aportan tanto».

También dedica unas palabras al medio ambiente, «porque es obra de Dios creador para el hombre, reconociendo en ella las huellas del Creador. No malempleando los recursos naturales ni sometiendo a la creación a tortura o violencia, que contamina y mata».

Finalmente, el prelado pide a los cristianos que vayan a votar. «Es un derecho y es una obligación participar en los procesos electorales, como ciudadanos responsables que viven hoy en esta sociedad. Nuestra participación en la vida social no se reduce a emitir el voto o depositarlo en las urnas, pero ciertamente esta acción no debe dejarse por pereza, por comodidad o por desinterés».