La Junta insiste en que Salud avisó a la CHG de la calidad del agua para su trasvase de La Colada a Sierra Boyera

«La Consejería de Salud le dijo claramente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que no hiciera la obra de emergencia de La Colada-Sierra Boyera, sino que hiciera la obra de Puente Nuevo de emergencia, porque el agua no era apta en La Colada para el baño y pronto no sería apta para el consumo», si bien «no hicieron caso y no quisieron reconocer su error», advirtió.

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Rafael Aguilar

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El Gobierno central ha justificado la actuación en la conexión entre los embalses de La Colada y Sierra Boyera, en el norte de la provincia de Córdoba, donde los 80.000 vecinos de las comarcas de Los Pedroches y el Guadiato llevan sin suministro de agua potable desde abril de 2023, en base a criterios técnicos, sociales, ambientales, de plazos y de eficiencia en el uso de los recursos económicos públicos.

Hay que recordar que los informes de la Confederación Hidrográfica del Guadiana advirtieron de la mala calidad del agua del embalse de La Colada (El Viso) por altos niveles de Carbono Orgánico Total (COT) y otras sustancias durante todo el año 2022.

Las palabras de ayer de Carmen Crespo están en la línea de lo que ya expresó la consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Catalina García, en mayo de 2023, cuando aseguró que «el Gobierno de España decidió realizar el trasvase de agua desde el pantano de La Colada hasta el embalse de Sierra Boyera «a sabiendas» de que el líquido que transportaba de un punto a otro «se había declarado no apta para el baño en verano» y que no tenía calidad suficiente para servir como potable en los 24 municipios y 19 aldeas del Guadiato y Los Pedroches a los que abastece la última presa.

García incluso apuntó en ese momento que la decisión del Ejecutivo central sobre este trasvase con agua contaminada se tomó «unilateralmente, sin contar con la Junta de Andalucía» para dotar de agua al norte de la provincia de Córdoba. Además, la consejera de Salud añadió que adoptó la posición de trasvasar desde La Colada, en Los Pedroches, cuando podía haberlo planteado «desde Puente Nuevo, donde el agua sí tiene calidad».

Los problemas del Norte de la provincia empezaron cuando el embalse de Sierra Boyera, muy pequeño (apenas 39 hectómetros cúbicos de capacidad), se quedó sin reservas hídricas por la sequía. La dejadez del Ejecutivo de España es manifiesta para que esta situación se haya producido y luego no se haya corregido.

Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) señalaron la necesidad de ejecutar el trasvase Puente Nuevo-Sierra Boyera. Desde Madrid se hizo oídos sordos. El Decreto de Sequía no recogió esta intervención.

Ahora reconoce que es necesario en el plan hidrológico del Guadalquivir con una partida de 16 millones, pero sin fijar un horizonte para su ejecución. El plan acaba en 2027. En la sequía de 1995 ya hizo uno provisional que dejó destrozarse.

Desde entonces, la única vía para abastecer de agua al Norte de Córdoba quedó en manos de finalizar un trasvase que se dejó sin concluir a finales del siglo XX entre el pantano de La Colada (El Viso), que pertenece a la cuenca del Guadiana, y Sierra Boyera. El Gobierno ejecutó una obra de emergencia provisional, que no ha estado exenta de problemas. Se puso en marcha en marzo de 2023. Un mes después llegó el batacazo de que la Junta declaró ese agua no apta para el consumo humano.