Desde mi rincón

Hablar clarito

Cuando termina 2022 cada españolito y españolita debe 31.555 euros. Mientras no lo paguemos, tendremos que soportar unos intereses anuales que mermarán y complicarán nuestra calidad de vida

José Luque

Córdoba

Me sorprendió la falta de calidad democrática desplegada en el debate televisivo al hablar de la situación económica de España. El presidente dijo que se está reduciendo la deuda pública. Eso es una media verdad o, como se dice, la peor de las mentiras. ... El jefe de la oposición y candidato lo negó. Pero no fue claro en su respuesta dejando a los ciudadanos desconcertados. Para justificar mis palabras y como decía Gonzalo de Berceo, hablaré «fer una prosa en román paladino, en qual suele el pueblo fablar a su vecino». Es decir, ¡hablaré clarito! Hablar de deuda del Estado es algo que no entiende una gran parte de la ciudadanía. Es mejor decirles lo que cada español debe y tendrá que pagar algún día, por lo que ahora está pidiendo prestado el Gobierno.

Tenía tres años nuestra democracia, 1980, cuando a cada español le correspondía pagar 425 euros de lo que debía España. Eso ha ido creciendo año tras año. En 2018, cuando entra este gobierno, cada español debía 23.981 euros. Cuando termina 2022 cada españolito y españolita debe 31.555 euros. Mientras no lo paguemos, tendremos que soportar unos intereses anuales que mermarán y complicarán nuestra calidad de vida. Tampoco se dijo en ese debate que en 1996 la compañía andaluza Sevillana de Electricidad fue absorbida por la sociedad estatal Endesa que en 1988 se empieza a privatizar para terminar en 1998 en manos mayoritarias del estado italiano. Se ocultó igualmente que en 2010 España vende parte de la rentabilísima empresa estatal Loterías y Apuestas del Estado. Estas ventas de nuestro patrimonio se hicieron para pagar deudas. Pero, a pesar de ello, siempre han aumentado. Esto sí se entiende, ¿verdad?

Alguien dijo que el infierno es la verdad vista demasiado tarde. El próximo domingo hay que votar. ¡Y votaré! Confieso que lo hago sin ilusión. Voto esperando que alguien, aunque duela, no mienta y nos diga de una vez la verdad. Es necesario conocerla para, entre todos, poder evitar en el futuro un infierno económico que nadie desea para España.

Ver comentarios