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Pasar el rato

Sin oro para Córdoba

El dinero no da la felicidad, pero únicamente cuando se tiene poco

José Javier Amorós

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A la republiqueta la va a cubrir de oro el donante Sánchez. Hablemos, pues, de dinero. El dinero no da la felicidad, pero únicamente cuando se tiene poco. Con quince mil millones de euros, que es el regalo gubernativo a los junquerianos pare ... festejar la breve revolución de octubre, se puede comprar la felicidad, las virtudes teologales, amigos para siempre que haya presupuesto y un amor verdadero en cada estación del año. Las clases sociales no son los ricos y los pobres, eso ya lo ha escrito uno en otra ocasión, uno se limita a repetirse, que en eso consisten la literatura y el periodismo, las clases son los ricos y los que quieren llegar a serlo. La pobreza no es un estado existencial autónomo, aunque pueda durar toda la vida, es un tránsito hacia la riqueza. Una mala noche en la mala posada del debe, de la que queremos salir cuanto antes. No los que mandan y los que obedecen, los que mandan y los que están esperando para mandar. Lo que no puede el dinero es hacer guapo a Puigdemont, aunque un revolucionario guapo, como Maximiliano Robespierre, es un contradiós que acaba en la guillotina. Mejor feo y cobarde, pero vivo. Así puede ayudar al cabecilla Sánchez, vivo y cobarde, pero guapo. Entre cobardes vividores resulta fácil entenderse. Es un dato histórico que las revoluciones se hacen para enriquecer a los ideólogos, mientras los descamisados ponen la sangre que se han de beber los gusanos.

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