¿Ominoso silencio?

Con ese adjetivo se señalaba ese despreciable periodo en que el absolutismo se impuso de nuevo y los liberales fueron perseguidos con saña y muchos de ellos ejecutados. Fue el caso de Juan Martín Díaz, más conocido como el Empecinado, su nombre de combate cuando lucho contra los franceses en la guerra de la Independencia, Mariana de Pineda o el general Torrijos.

Nos preguntamos por el silencio -el parecer roto de forma privada por los ministros Albares y Robles a través de Edmundo González- del gobierno de España ante la concesión del premio Nóbel a la venezolana María Corina Machado. ¿Cuáles son las causas de ese silencio? La respuesta dada por Pedro Sánchez en una entrevista de que él no felicita a los premios Nóbel, no deja se ser una mentira más con las que nos obsequia a los españoles e incluso fuera de nuestras fronteras.

La hemeroteca es reveladora al efecto. Sánchez ha felicitado, por ejemplo, al serle concedido el premio Nobel al Cuarteto para el Diálogo Nacional tunecino, en el año 2015; a Juan Manuel Santos, en el año 2016; a Denis Mugawe y Nadia Murad, en 2018; a Abiy Ahmed Alí en 2019 y al Programa Mundial de Alimentos de la ONU, en el año 2020.

María Corina Machado, así lo ha entendido el comité Noruego del Nóbel, que es quien concede el premio a la Paz, es una luchadora por la libertad de su pueblo. Algo que le obliga a estar en la clandestinidad. Nos preguntamos si ese silencio tiene que ver con el deseo de no molestar al dictador Maduro, que perdió, hasta donde sabemos por las actas electorales salvadas de la destrucción, por un resultado escandaloso las elecciones en Venezuela y se mantiene por la fuerza en el poder. Un régimen que ha hecho, son datos incontestables, que más de ocho millones de venezolanos hayan abandonado el país.

Un régimen que ha sumido en la pobreza al ochenta por ciento de su población. Nos preguntamos si ese silencio tiene que ver con la presencia de Delcy Rodríguez, la vicepresidenta de Maduro en Barajas y las maletas que traía. Nos preguntamos si tiene que ver con el detestable papel que tiene el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero tratando de blanquear a Maduro.

¿Ese silencio ominoso del gobierno español en este asunto es porque no conviene a ciertos intereses?