Córdoba en 2030: el río en el cinturón verde, un 'Plan Renfe 2' y logística

El plan propone constituir un laboratorio de ciudad innovadora (Smartcity Lab) para apoyar el traspaso de la tecnología y el conocimiento hacia las empresas, así como la creación del concepto «Córdoba, ciudad de la innovación agroalimentaria». La intención es propiciar el intercambio entre los investigadores y las empresas, y de los empresarios entre sí, en un sector clave de la economía local.

La mayoría de las ideas que plasma aquí el documento están sin definir y no van más allá de pedir incentivos o impulsar determinadas campañas. No obstante, también aparecen la creación del Observatorio del Comercio, un Foro Local del Comercio y un Plan Local de Apoyo al Comercio de Proximidad.

Ocurre algo parecido con el punto anterior: se piden más planes y estrategias sin demasiada concreción. No obstante, en este apartado aparece una de las inversiones más importantes para el futuro de la ciudad, como es la ejecución de las infraestructuras de transporte pendientes, entre ellas el Ramal Central del ferrocarril, con un plazo que va de 2026 a 2030 y en el que deben participar todas las administraciones públicas.

Esa conexión debería incorporar a Córdoba a la «autopista del tren» entre el Sur y Zaragoza y es considerada prioritaria por los agentes que han participado en la definición de la Agenda Córdoba 2030. La ciudad ya está muy bien comunicada por ferrocarril (una de las mejores de España en ese sentido), pero ahora se trata de mejorar el transporte de mercancías, íntimamente ligado a los proyectos logísticos que ya están en marcha, como la base del Ejército -que al ser un proyecto en desarrollo sólo aparece con una mención-.

Esta línea de actuación busca fomentar las medidas que atraigan el talento, lo que no es fácil de conseguir. También se reclama un plan de choque contra la estacionalidad del turismo desde el punto de vista laboral.

Aquí aparecen propuestas interesantes e innovadoras relacionadas con el patrimonio y la cultura. Por ejemplo, se sugiere la definición de un nuevo objetivo o hito cultural de importancia, que podría ser incluso retomar la candidatura para la Capitalidad Cultural Europea que Córdoba perdió para el año 2016.

También aparece la creación de una agenda cultural única, tanto para turistas como para cordobeses, y para todas las temporadas del año. Se trata de disponer en un solo sitio de toda la información importante de la ciudad, en lugar de tener que buscar en diferentes espacios temáticos. La idea estratégica subyacente, que se detecta en varios apartados del documento, es tener un mejor turismo, no más. Calidad sin más cantidad.

Varias ideas concretas de calado se describen aquí. Entre las más importantes están la redacción del Plan de Turismo Sostenible, la ejecución del Plan Especial de Protección del Casco Histórico, la rehabilitación del patrimonio histórico más destacado, controlar la actividad turística para evitar la gentrificación o la elaboración del Plan de Gestión del Casco Histórico. Casi nada de ello es nuevo; lo que busca la Agenda Córdoba es poner en marcha de forma definitiva ideas que llevan años debatiéndose.

Poner en valor los Sotos de la Albolafia, un espacio protegido en pleno Centro Histórico de la ciudad al que ahora mismo es muy complicado acceder, es una de las propuestas en esta rama. Debería estar lista antes de 2025, con la participación del Ayuntamiento y la Junta de Andalucía.

Abundan otras sugerencias concretas, como la iluminación del río entre los puentes, poner en valor la Sierra, levantar espacios de interpretación por toda la ciudad que ayuden a descongestionar el Centro, crear una tarjeta de visita para todos los edificios y museos (y aumentar así las pernoctaciones), potenciar el Centro de Recepción de Visitantes, fomentar el arte contemporáneo (como ejemplo, el acuerdo con la Fundación Thyssen), crear un Centro de Colecciones Municipales para exponer todo lo que ahora no dispone de sitio, renovar las oficinas de información turística con una de carácter virtual... Esta es una de las líneas de trabajo con más propuestas concretas, lo que viene a mostrar que los redactores de la estrategia siguen viendo el turismo como uno de los ejes del futuro de la ciudad.

Se trata en este caso de mejorar la coordinación entre instituciones y asociaciones del tercer sector, para evitar así duplicidades. Además, se incluye la creación de un sistema estable de ayudas para estas entidades, de forma que puedan programar sus acciones de mejor forma.

Córdoba tiene numerosos problemas de desigualdad, especialmente en algunos barrios que siempre aparecen entre los más pobres del país. Hay que mejorar estas condiciones y para ello se propone, entre otras cosas, aumentar los recursos destinados a las políticas de inclusión social, desarrollar el II Plan Transversal de Género y recuperar espacios para la juventud (sin especificar cuáles), entre otras medidas.

La rehabilitación de las viviendas es lo que más preocupa a quienes han participado en la redacción de la Agenda Córdoba. En este apartado se reclaman, por ejemplo, un plan específico centrado en la eficiencia energética y ayudas públicas que vayan más allá de las que ya concede Vimcorsa. Se desglosa en este punto la compra de inmuebles por parte de la administración pública para su uso con fines sociales.

Es otra de las líneas de trabajo con más propuestas de detalle. La medida estrella es la rehabilitación del río para conformar una gran área de naturaleza urbana que una los molinos históricos, los Sotos de la Albolafia y el eje ambiental que forman el Jardín Botánico, el Zoológico, la Ciudad de los Niños, el Parque Cruz Conde y el Ifapa.

También se reclama cerrar el Anillo Verde incluyendo a la Sierra y Cerro Muriano, mejorar la accesibilidad a los polígonos industriales, aumentar el número de árboles de sombra en la ciudad y creación de nuevas zonas verdes. En este último punto se pide que la principal área de actuación sea el recinto ferial del Arenal.

La Agenda Córdoba habla además de un «Plan Renfe 2» que sirva para «sacar las vías de los núcleos urbanos preservar del ruido y facilitar el cercanías de Oeste a Este y de Norte a Sur», sin más detalles. Salvo esta última (que se antoja de muy difícil cumplimiento), ninguna de las ideas de este apartado son nuevas. Más bien lo que se pretende es ponerlas en marcha en diferentes etapas. La rehabilitación del río sería la más compleja y se extendería hasta 2030, mientras que la reforestación y las nuevas zonas verdes, algunas ya en marcha, podrían concluir en 2025.

Son medidas que deben aplicar, básicamente, Emacsa y Sadeco, que ya están realizando innumerables planes y acciones ambientales. En este sentido, lo más importante y lo más reclamado es la creación de una ordenanza para la instalación de placas solares en el casco histórico (ahora mismo está prohibido en la mayor parte) y en la periferia, así como apoyar la creación de comunidades energéticas.

Hay que revisar el Plan de Movilidad Urbana Sostenible, que se aprobó en 2013 y ha quedado obsoleto con la aparición de nuevos modos de transporte; crear una red de recarga de vehículos de bajas emisiones (eléctricos y de hidrógeno); o activar una tarjeta de transporte unificado y mejorar la red de carriles bici. Llama la atención que en este punto de la Agenda Córdoba 2030 no aparezcan ninguna mención a la peatonalización de nuevas calles en el futuro, una cuestión que sólo se detalla como uno de los proyectos que ya está en marcha, junto con la limitación del tráfico en zonas Acire.

Lo que propone la Agenda Córdoba es articular mecanismos que permitan la participación de la ciudadanía en todo lo que tenga que ver con el medio ambiente. Para ello, incluye la revisión y adaptación de herramientas que ya existen, como el Plan de Mejora de la Calidad del Aire, el Plan Estratégico Municipal de Adaptación al Cambio Climático, el II Plan de Ruido o el Plan Especial de la Sierra. La Agenda 2030 plantea también la puesta en marcha de aplicaciones para móvil para gestionar los recursos y reactivar el Consejo de Medio Ambiente.