Emacsa intenta acceder por segunda vez al dinero del Perte europeo del agua para inversiones en Córdoba

Emacsa intentó entrar en la primera convocatoria así como Emproacsa, la empresa provincial. En el caso de la firma municipal, se presentaron hasta 70 iniciativas por valor de 14 millones de euros de las que diez se correspondían con dinero europeo y otros cuatro millones con recursos propios de la empresa. Se trataba de una vasta cantidad de elementos que tenían la intención de sensorizar la red de abastecimiento y saneamiento con el objetivo de convertir un sistema que ya está ampliamente tecnificado en un proceso completamente digitalizado.

El proyecto incluía tecnología de ciberseguridad, de internet de las de cosas o de big data para aplicarlo de forma intensiva en la red de aguas hasta el año 2025. Se abogaba por una reducción tanto del consumo eléctrico global del 14,89 por ciento, como de fugas red de abastecimiento, de un 5 por ciento, y en la emisión de dióxido de carbona a la atmósfera, en 255.839 kilogramos por año.

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El Gobierno creó un comité evaluador de todos los proyectos presentados para repartir el primer tramo de 200 millones de euros. Las empresas municipales que prestan servicio en Sevilla, la provincia de Orense y Valencia -que acude agrupada con firmas de la zona- son las que van a recibir más fondos para sus respectivos proyectos. Cada una tendrá unos 14 millones de euros. La puntuación recibida por Emacsa -al igual que la de Emproacsa- queda lejísimos de las candidaturas a recibir fondos que se reparten hasta agotar presupuesto.

Con la negativa en la mano, Emacsa lo intentará en una segunda convocatoria con objetivos mucho más modestos. En concreto, con unos seis millones para 21 iniciativas de digitalización que incluye la telegestión de procedimientos que son, en estos momentos, pura teoría. Una de las iniciativas que está incluida en la solicitud es todo el control informático del futuro servicio de aguas recicladas de Córdoba.

La suma de los proyectos que se presentan a esta segunda convocatoria es de 6,5 millones de euros aunque existe un tope en la aportación máxima que se puede incluir en el Perte y es de seis millones de euros. Por ello, el coste en términos de ayuda asciende, en conjunto, a 5,4 millones de euros mientras que los fondos propios de Emacsa superarían el millón de euros. La empresa pública ha previsto en su plan de inversiones esta cantidad por si el Gobierno le reconoce esta vez el proyecto de digitalización.

El proyecto más caro que se va a incluir en esta solicitud asciende a algo más de 920.000 euros y consiste en un sistema informático que permita incluir procedimientos de inteligencia operacional en el ciclo integral del agua. Básicamente, es un software que coge todos los datos que tiene la empresa sobre el funcionamiento del sistema y ayuda a escoger las mejores decisiones por parte de los técnicos.

El segundo proyecto en relevancia que se ha incluido en esta segunda convocatoria tiene un presupuesto de 898.000 euros es la mejora tecnológica de la gestión de las estaciones de depuración de aguas para el abastecimiento y saneamiento así como la gestión de los lodos. Hay proyectos también mucho más asequibles, que apenas superan los diez mil euros. Es el caso de la redacción de un programa de actuación para adaptar las necesidades del ciclo integral del agua al cambio climático.

En esta ocasión, la empresa municipal ha elevado el porcentaje que pretende financiar con las ayudas de los fondos Next Generation. La mayor parte de los proyectos tienen un 90 por ciento de aportación europea y un 10 por ciento de fondos propios aunque en algunos casos se ha optado por llevar la financiación subvencionable a un 70 por ciento. En la primera solicitud se llegaron a pedir proyectos con una relación del 60-40. La baremación de solicitudes se realiza por un jurado formado por altos cargos del Gobierno. Todos los miembros son responsables de los ministerios de Transición Ecológica y Economía.