hostelería
Brote abrirá restaurante en el Centro con una propuesta distinta, sin su conocido cochinillo
El establecimiento estará en la calle Doce de Octubre y en principio su puesta en marcha está prevista para finales de enero
Restaurante Brote: cuando el cochinillo es la estrella absoluta
Simo Saber, uno de los socios de Brote, posa para ABC durante un reportaje de este restaurante
Los propietarios de Brote (Carretera de Trassierra), el matrimonio formado por Simo Saber y Verónica González, tiene un nuevo proyecto hostelero entre manos que se sumará al que ya lleva cinco años abierto y que es especialmente conocido por su cochinillo -en ... 2022, sirvieron más de 2.000 unidades-.
Saber ha indicado que el nuevo establecimiento «no tendrá nada que ver» con el que ya tienen en funcionamiento en cuanto a propuesta gastronómica, que prefiere no adelantar aún igual que el nombre. Sí compartirá con Brote «el servicio excelente y la cocina basada en el producto».
Avanza que su nuevo negocio estará en la calle Doce Octubre, número 22 a la altura de la avenida América. Barajan como fecha de apertura «finales de enero, en principio». Pero advierte de que están pendientes de licencias y también les influye que las empresas de reformas «carecen de profesionales». «Nuestra idea era haberlo abierto en noviembre, pero no ha podido ser. Tiene que ser ya también después de la fiestas de Navidad. Es que nosotros en Brote trabajamos mucho de mediados de octubre a mediados de enero, que tenemos la temporada alta de nuestro cochinillo, con lo cual no podíamos tener la apertura del nuevo establecimiento en esas fechas», ha explicado.
Ha añadido que en este negocio que pondrán en marcha no habrá cochinillo. «Brote sólo hay uno», argumenta y añade que «la cocina española es muy extensa y hay muchísimos platos que se pueden preparar». Aunque desea preservar aún en secreto la carta, sí apunta cuestiones del concepto que tendrá el establecimiento de Doce Octubre.
El concepto
Saber asegura que no será un negocio enfocado a la terraza, sino «un restaurante-restaurante, con su mantel y servilletas de tela, con un precio medio alto donde el producto es el protagonista, dándole nuestro toque, y brindaremos nuestra habitual atención en mesa».
Explica que abrir otro establecimiento era algo que «teníamos en la cabeza y al fin lo vamos a materializar». Para estos dos socios, comenta, supone «pasar de tener un restaurante a gestionar una empresa de hostelería que gestionar». Asegura que se sienten «muy ilusionados» con este proyecto. Pero matiza que, aunque Brote lleve en marcha cinco años, cada día cuando abren es «una jornada nueva, viendo qué comensales tendremos hoy, cuántos cochinillos prepararemos... Y tenemos una ilusión cotidiana y para eso da igual tener uno, dos o cinco restaurantes».
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