sucesos
Detenida una banda de nueve personas por un atraco a un banco en Cañete de las Torres
La Guardia Civil desarticula una red que actuaba en distintas provincias y acumuló 400.000 euros en robos bancarios
El expresidente Jesús León, condenado a 6 años y 9 meses de cárcel por el 'caso saqueo' del Córdoba CF
Córdoba
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Iniciar sesiónLa Guardia Civil, en una operación conjunta con Policía Nacional, ha desarticulado un grupo criminal itinerante y altamente especializado al que se le atribuyen 13 asaltos a entidades bancarias en las provincias de Navarra (2), Cantabria (2), Castellón (2), Alicante, Badajoz, Burgos, Ciudad Real, ... Córdoba, Zamora y Valencia por robar más de 400.000 euros.
El de Córdoba tuvo lugar en una sucursal bancaria del municipio de Cañete de las Torres, el pasado día 3 de junio. Han sido detenidas nueve personas y se han llevado a cabo registros en once domicilios y siete garajes en los que se han intervenido más de 100.000 euros, tres armas de fuego, inhibidores y localizadores de frecuencia, herramientas para cometer los robos y cinco vehículos de alta gama.
La investigación se inició en noviembre de 2024, con la comisión de dos robos graves en entidades bancarias en Cabanillas y Barásoain (Navarra). Durante los hechos sustrajeron unos 124.000 euros de la caja fuerte y causaron numerosos daños en las sucursales.
Posteriormente, asaltaron otras entidades bancarias en distintas provincias con un método similar. Los agentes detectaron en varios robos que los asaltantes tenían una alta preparación técnica y que seguían un esquema común durante la planificación de sus acciones delictivas.
Objetivo: poblaciones pequeñas
El grupo criminal elegía siempre bancos situados en poblaciones pequeñas y con vías de escape rápidas, causando una elevada alarma social. Para preparar el robo colocaban cámaras de vigilancia portátiles, con tecnología de transmisión 4G en tiempo real, en las inmediaciones de la entidad bancaria para controlar la llegada de las fuerzas de seguridad que pudieran frustrar su asalto.
Una vez que tenían asegurada la zona cortaban el cable de comunicación física de la alarma de la sucursal y cambiaban el bombín de la puerta principal, lo que provocaba el salto de la misma, momento en el que se ocultaban hasta que llegara personal de seguridad a realizar la comprobación.
Tras las verificaciones, visualizadas por los investigados a través de las cámaras, accedían a la entidad con la nueva llave, inhibiendo al mismo tiempo los sistemas de alarma con el fin de evitar una conexión inalámbrica y destruyendo los medios de grabación.
Una vez en el interior de los bancos atacaban la caja fuerte mediante el uso de pinzas hidráulicas profesionales o de radiales para sustraer el efectivo y abandonaban el lugar rociando la sucursal con productos de limpieza o extintores para intentar eliminar los posibles restos biológicos.
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