Sucesos
Desaparición de Álvaro Prieto: el joven podía permanecer en Santa Justa «por ser un lugar público»
Los vigilantes de seguridad no podían expulsarlo y habrían llamado a la Policía en caso de incidente grave, aseguran fuentes sindicales de ADIF
Última hora de Álvaro Prieto, en directo: localizan el cuerpo del joven cordobés
Hallan entre dos vagones de tren el cuerpo de Álvaro Prieto, el joven cordobés desaparecido en Sevilla
Álvaro Prieto: 72 horas en el tren de una angustiosa desaparición
Interior de la estación de Santa Justa en Sevilla
La desaparición del joven cordobés de 18 años Álvaro Prieto en Sevilla en las primeras horas de la mañana del 12 de octubre ha impactado a toda España. En torno a ella se ciernen las extrañas circunstancias: justo después de perder el tren ... y cuando intentó acceder a las vías en Santa Justa para coger otro. Seguridad lo desalojó al detectar la entrada en un convoy. ¿Cómo debería actuar el personal de ADIF en un caso así?
Miguel Montenegro, representante de los trabajadores de ADIF por el sindicato CGT en Andalucía comienza recordando que el acceso a trenes de alta velocidad y larga distancia, como era el que tendría que haber devuelto a Álvaro Prieto a Córdoba, es imposible por el control.
Por allí no se puede pasar sin billete. Álvaro Prieto accedió al andén, perdió el tren para el que tenía ticket e intentó subirse a otro (AVE Sevilla-Barcelona de las 8.55) después de no abordar el de las 7.35 (Avant a Córdoba) que tenía previsto. Fue allí cuando el personal de la estación, los vigilantes de seguridad, se percataron y le pidieron que abandonase el lugar.
¿Qué horizonte tenía entonces? Como recuerda Miguel Montenegro, una estación de ferrocarril, como es Santa Justa, «es un lugar público» y por lo tanto no se puede impedir a nadie que la transite con normalidad. «Puede ser que alguien acuda para disfrutar del aire acondicionado, por ejemplo, y no tiene por qué ser para tomar un tren», resume.
¿Qué habría pasado si Álvaro Prieto hubiera subido a un tren sin billete? Ya ahí entraría el personal de a bordo, pero el interventor, en ciertos momentos, estaría facultado para extender un billete, siempre que se pague. El problema entonces habría sido el teléfono móvil, que se encontraba sin batería y era su único medio de pago, por lo que ha trascendido.
Sin problemas
Los problemas llegarían si hubiera una alteración del orden público. Los vigilantes de seguridad son los encargados de atender la situación en primer lugar, y los de la estación sevillana de Santa Justa conversaron con el joven. No hubo altercado y por lo tanto no hubo que recurrir al siguiente paso.
Como recuerda otro trabajador, en caso de que haya una situación algo más conflictiva, los vigilantes de seguridad tienen la indicación de retener a la persona que esté causando problemas y de llamar a la Policía Nacional, que es quien tiene que hacerse cargo de la situación.
Eso es algo que no sucedió en la estación de Santa Justa, ya que el joven se comportó de forma correcta y terminó saliendo del lugar. El misterio sigue estando al pensar en qué pudo suceder a continuación.
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