FESTIVAL DE LA GUITARRA CÓRDOBA 2022

David Ruiz (La M.O.D.A.): «Música popular es lo que la gente decide cantar sin que un locutor hable de ella»

El grupo llega al Teatro de la Axerquía con 'Nuevo cancionero burgalés', un disco que busca en sus raíces

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Festival de la Guitarra Córdoba 2022 | Todas las claves para disfrutar del mayor ciclo musical

Los componentes del grupo La M.O.D.A. ABC

Con más de una década de trabajo a sus espaldas, La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.) se ha hecho un hueco en los carteles con letras llenas de pegada y una identidad musical en que no faltan ... los instrumentos de viento ni la búsqueda en las raíces de la música popular. Hoy tocan junto a Muchachito Bombo Infierno (22.30) en el Festival de la Guitarra.

-¿Cómo es que su música suena festiva en la melodía y los instrumentos, pero en las letras más seria?

-Es un poco la dualidad que tenemos. Siempre nos ha gustado jugar con eso, con ritmos aparantemente festivos o inofensivos. Con instrumentos y timbres así amables, como el acordeón, el banjo, la bandolina, y las letras son un poco más serias, reflexivas o un poco chapas, también a veces, jeje.

-En ocasiones se ha pensado que La música folk, entendida como la que viene de lo popular, es menos trascendente e importante. ¿Su trabajo es demostrar que no es así?

-A nosotros la verdad es que siempre nos ha dado igual. Cuando empezamos a tocar había músicas académicas, respetadas. Cuando tienes diez años y escuchas un disco, flipas, y dices que quieres tocar un instrumento, de lo que más quieres huir es de esas músicas que parece que están conservadas en un museo, que son sagradas. Por eso la música popular siempre nos ha atraído en cualquiera de sus formas, y respetando otras movidas es lo que nos pone la carne de gallina escuchar. También porque creemos que en la música popular hay mucha verdad. Es lo que la gente decide escuchar, lo que la gente decide cantar.

«Cuando subes al escenario y ves a alguien cantar tu canción la sensación de felicidad es difícil de igualar»

-¿Por eso su último disco?

-En este último disco, 'Nuevo cancionero burgalés', hemos adaptado las letras de las canciones populares que se cantaban en nuestra tierra hace más de cien años. Lo que nos hizo conectar y emocionarnos mucho es que era la música que cantaban nuestras abuelas y nuestras bisabuelas porque querían, no porque una discográfica había metido un anuncio o porque Spotify las había bombardeado, o por un locutor había hablado de ellas. Era la música que las había acompañado en su día a día y les daba la vida, y eso para nosotros es muy potente.

-¿Qué dicen estas letras al hombre y la mujer de hoy?

-A nosotros muchas cosas. No todas, por supuesto. En los cancioneros de Olmeda y de Antonio José hay recopiladas en torno a 900 canciones y hemos hecho un trabajo de búsqueda, de lo que a nosotros nos hacía sentirnos identificados y nos tocaba. Nos dicen muchas cosas y lo primero es la vigencia: ciertos sentimientos universales no cambian aunque hayan pasado cien años. Se ve la importancia de la música para acompañar el día a día y sobre todo para pasar los tragos más duros de la vida y para festejar los momentos más dulces. Nos enseña, y más en un país como este que creemos que su riqueza está en la diversidad, que en todos los lugares hacen cosas que merecen la pena. No se trata de imponer lo tuyo al de lado, sino de compartirlo, y enriquecerse unos a otros.

-En tiempos que parece que bastan guitarras, bajos y teclados, ustedes incorporan acordeones e instrumentos de viento. ¿Cómo se hace?

-Fue fruto de la vida misma, porque cuando no sabíamos que íbamos a hacer el grupo y nos juntábamos a tocar, la gente trajo lo que había tocado. Jose el acordeón, Álvar el saxo y el clarinete y no fue predeterminado, por suerte o por desgracia. Con el tiempo hemos aprendiendo otros instrumentos que hemos incorporado como el banjo y la bandolina, y así hemos creado la identidad sonora del grupo.

-¿De una forma muy colectiva?

-Desde luego. En nuestro grupo todo es colectivo, porque el ser siete personas, nos autogestionamos. Es como un restaurante familiar donde haces los bocatas a tu manera, donde se discute todo, y eso es un poco lo que le da la gracia a esto, cada uno con su visión de la música y de la vida.

-¿Es premeditado que las canciones tengan forma de himno, tan cantables a voz en grito?

-Eso es un piropo, porque siempre al final lo que te llama de la música es lo que pasa cuando se junta un grupo de personas a cantar. Es mágico. Es lo que desde siempre nos ha llamado más la atención, y creo que para cualquier músico es uno de los mejores momentos que puedes vivir. Cuando te subes al escenario y ves que hay una persona, dos, cien, da igual, que cantan una canción de tu grupo, la sensación de felicidad es muy difícil de igualar.

«En nuestro grupo es todo colectivo, porque al ser siete nos autogestionamos, como un restaurante familiar»

-La música aparece ahora con sólo teclear en Spotify. ¿Es una oportunidad o hay que lamentar la pérdida de los soportes físicos?

-Nosotros queremos quedarnos con la lectura de que se está escuchando más música que nunca y de que la música sigue siendo algo muy importante en el día a día de la gente. Al final la gente escucha canciones: en Spotify o en vinilo, en playlist o el disco entero. Nuestro álbum está editado en vinilo, CD y cassette, pero lo que en el fondo importa más es que la gente siga escuchando música. Al final, que la escuchen como quieran.

-¿Lo entiende la industria?

-Es que la industria... ¿quién entiende a la industria? Nunca hemos querido saber mucho de la industria. Somos un grupo que se autogestiona. Se han dejado de vender CD's en formato físico y ha salido el tema digital y ahorran fabricar, transportar y almacenar discos. La industria siempre se busca la vida y siempre gana, como la banca, pero creemos que la música está por encima de la industria.

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