El Córdoba CF acaricia la permanencia matemática con un baño ante el Cádiz en El Arcángel (4-2)

Iván Ania introdujo dos novedades en el once con respecto al partido de la pasada jornada en Elda. Carracedo regresó a la titularidad tras ausentarse la jornada anterior e Iván Ania avivó el debate de la delantera con Obolskii de inicio, que marcó la pasada semana el tanto del empate. Casas esperó desde el banquillo. Como es habitual, el Córdoba fue desde el primer minuto dispuesto a hacerse con el control del balón y del juego. Su primer acercamiento llegó por la banda izquierda con un gran centro raso de Calderón que Obolskii forzó para el saque de esquina.

Un equipo blanquiverde totalmente volcado en ataque con un Obolskii muy vitoreado por El Arcángel. El ruso tuvo múltiples oportunidades. En una de ellas, no pudo cazar el centro de Albarrán y su disparo se marchó rozando el poste. El encuentro se jugaba por completo en el campo del Cádiz. El Córdoba muy superior a los de Garitano, con una presión asfixiante desde el inicio. Hasta Marvel se ganó los aplausos de El Arcángel cuando logró anticiparse a un defensa que se plantaba solo ante Carlos Marín tras un error del propio zaguero blanquiverde.

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El partido se rompió cerca del ecuador del primer tiempo. El Córdoba reclamó un posible penalti tras un manotazo sobre Pedro Ortiz, pero el árbitro no indicó nada. Tras eso llegó el primer gol blanquiverde, Carracedo recibió una asistencia de Obolskii casi involuntaria para disparar desde la frontal y marcar el primero (1-0, min. 23). Acto seguido, el ruso tuvo también otra ocasión que a punto estuvo de significar el segundo. No dejó de buscarlo el Córdoba ante un Cádiz poco operativo que intentó paliar el asedio blanquiverde.

Estaba muy impreciso el cuadro gaditano y el Córdoba lo aprovechaba con muchas recuperaciones. Le faltaba tomar mejores decisiones en los últimos metros. Théo Zidane, que había pasado más desapercibido, tuvo dos disparos consecutivos. El primero lo mando a las manos del portero y el segundo lo mandó por encima del travesaño.

La fortuna, que tantas semanas había sido esquiva, sonrió por esta vez al Córdoba cuando el árbitro expulsó con roja directa al portero rival David Gil. Un error suyo propició el robo de Pedro Ortiz que recibió un ligero contacto del portero. Lo suficiente para derribarlo y que el árbitro decretara la pena máxima. Aunque la afición pidió que el lanzador fuese Obolskii, Jacobo fue el encargado de transformar el penalti y poner el segundo en el marcador para los blanquiverdes (2-0, min. 38).

El Córdoba saltó al campo en la segunda mitad algo más desconectado y lo pagó caro. El cadista Víctor Chust, que había saltado al campo hace un minuto recortó distancias para los visitantes con un buen cabezazo tras un centro. El balón parado volvió a hacer daño (2-1, min. 46). El ritmo fue más lento tras el gol visitante.

Un jarro de agua fría para el Córdoba aunque tiene la ventaja de tener un jugador más. No la estaba aprovechando y vio como el Cádiz empataba el encuentro en una jugada muy parecida a la del primer gol. De la mano de Chust, el equipo de Garitano devolvió la igualdad al marcador (2-2, min. 59). El Córdoba estaba mucho más espeso e Iván Ania decidió mover el banquillo. Le dio minutos a Ander Yoldi y sacó del campo a Pedro Ortiz. El equipo parece que dio un paso al frente y tras un aluvión de saques de esquina, llegó el premio.

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El árbitro señaló de nuevo la pena máxima tras un derribo en el área sobre Albarrán. Carracedo transformó el penalti para marcar el segundo en su cuenta particular y devolver la ventaja a los suyos (3-2, min. 71). Ania movió el banquillo, pero esta vez para buscar más consistencia al centro del campo. Entraron Antonio Casas y Genaro, que apenas ha tenido minutos esta temporada.

Lo siguió intentando el Córdoba que no se encerró atrás. Ander Yoldi la tuvo tras un buen pase de Casas, pero atrapó mansamente el portero. El golpe final llegó por banda izquierda. Una internada de Calderón que sacó un disparo cruzado. El portero rival despejó, pero Casas en el segundo palo empujó el balón hacia la red y selló la victoria del Córdoba que le acerca a la permanencia matemática.