Cultura
La colección de Julio Romero de Torres que eludió el Ayuntamiento de Córdoba toma cuerpo con más obras
El Ayuntamiento reconoce que no hay avances para poder mostrar las piezas ofrecidas para una exposición
Blas García, cirujano cordobés afincado en Tenerife ya suma más de una veintena de trabajos del pintor
Los seis tesoros desconocidos de Julio Romero de Torres
Expertos avalan el valor de las seis obras de Romero de Torres y esperan que puedan exponerse en Córdoba
Córdoba
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Iniciar sesiónSi Córdoba fuese un país y tuviese embajadas, una de ellas estaría en la isla de Tenerife. No es sólo que viva un cordobés de Pozoblanco, sino que el cirujano Blas García ha multiplicado en los últimos meses la colección de obras de ... Julio Romero de Torres que había iniciado en los años anteriores. Más de veinte son ya las obras que reúne del autor cordobés, algunas de ellas con mucho interés.
Blas García saltó a la actualidad cuando ofreció al Ayuntamiento exponer algunas de sus obras en la ciudad, con motivo del 150 aniversario del nacimiento del pintor. El alcalde, José María Bellido, lo desestimó, al menos para la efemérides, pero sí abrió la puerta a exponer su colección en un futuro.
Fuentes del Gobierno local aseguraron a ABC que desde septiembre del año pasado hasta ahora no se han producido avances en absoluto. El cirujano y coleccionista insistió en que entiende el asunto como zanjado, evita la polémica y habla de sus adquisiciones, entre las que hay joyas.
Las obras de Romero de Torres en la colección de Blas García, en imágenes
ABC CórdobaEl cirujano cordobés reúne en Tenerife más de una veintena de trabajos del pintor
Mercedes Valverde, exdirectora de los Museos Municipales de Córdoba y máxima experta mundial en la obra de Romero de Torres llama la atención sobre una de estas adquisiciones, que ella estudió para conseguir que lo que era un cuadro de una mujer anónima pasara a tener nombre: la representada era Carmen Tórtola Valencia. Al dorso estaba el título de 'Carmen la Bailaora'.
Es un lienzo del que apenas se conservaba una fotografía en blanco y negro, y representa a una mujer vestida con sombrero cordobés, que aunque da en parte la espalda al espectador también se vuelve hacia él con unas castañuelas en la mano.
De fondo, como en tantas de sus obras, hay un paisaje de Córdoba en el que están el Puente Romano y la torre de la Calahorra. Mercedes Valverde lo dató entre 1916 y 1917, y se pintó en sus primeros tiempos en Madrid. Fue el propio Blas García, como cirujano plástico, quien ayudó, con los rasgos faciales, a la identificación de la mujer plasmada con la bailarina Carmen Tórtola Valencia.
Mercedes Valverde ofreció una conferencia en la que habló de la vida de la bailarina, de la característica patilla con forma de caracol que también resultó crucial para identificarla, y de su visita a Córdoba en 1917, de la que queda testimonio gráfico en una imagen con Enrique Romero de Torres.
Fue una bailarina muy destacada, que triunfó en toda España y en Hispanoamérica, y que protagoniza una obra llena de fuerza. Como destacó Mercedes Valverde, el hecho de que se pueda identificar a la modelo contribuye a dar todavía más valor a la obra, por situarla en un contexto. Más si se trata de un personaje tan especial.
De estas adquisiciones forma también parte 'Bendición', en que la modelo fue Ana López, conocida como 'Carasucia', una mujer que vendía claveles por los cabarets que había en Córdoba en aquel tiempo: 'Patio andaluz', en calle Obispo Fitero, y 'Villarosa', en José Zorrilla.
Trascendencia
Era el año 1908 y el autor la había plasmado de forma sensual y provocadora antes, pero esta vez optó por mostrarla embarazada, con un matiz de trascendencia que hacía del cuadro algo muy distinto. Es una obra de una etapa en que Julio Romero de Torres cambiaba su estilo y su discurso pictórico para dar a la figura de la mujer una dimensión «maternal y redentora». La joven aparece bajo un paisaje sombrío.
Julio Romero de Torres pintó varios retratos de familias y uno de ellos está ahora en poder del cirujano. Es 'Familia Casana', quizá uno de los más destacados de este género por el elevado número de personas. En él aparecen el matrimonio formado por José Casana Diéguez y Rosa Pavón Talleda, sentados en sendos bancos con sus seis hijos. Eso obligaba a una composición valiente, que se plasmó en un lienzo de 195 por 240 centímetros.
El pintor mostró a dos de los hijos pequeños jugando, otras dos en brazos de sus padres y dos más de pie, una de ellas sobre un banco de la gran casa que, como ha documentado Mercedes Valverde, tenían en laSierra. Era una finca llamada 'El Manchón de San Fausto de la Florida', a la que se llegaba por la actual calle Poeta Paredes, y de la que hoy sólo se conserva la casa.
'Carmen la Bailaora', en que plasmó a una conocida bailarina, es una obra muy destacada por la idealización y composición
El original vestido de la mujer, de seda cruda con bordados, los zapatos a la última moda, los muñecos de formas chinescas con los que juegan los niños y la sensación de naturalidad hacen de esta obra una de las más interesantes en su género. Marta Ortiz, experta en el trabajo con las obras del pintor, lo ha restaurado.
De entre las modelos favoritas de Julio Romero de Torres en su etapa de Madrid sobresale Elena Pardo, que llega a aparecer hasta en 127 obras. La que ha adquirido Blas García es probablemente la priemra en que las plasma. Se titula 'Eva' y es una obra de la que no constan exposiciones. Aparece la protagonista con una manzana verde, en alusión a la fruta del paraíso que causó el pecado original, y con el torso desnudo. La expresión enigmática y honda y la idealización de la belleza están presentes.
Mujer con nombre propio es también Emilia Barroso Sánchez-Guerra, hija de Antonio Barroso, que fue ministro y uno de los grandes políticos en la España de su tiempo, y sobrina de José Sánchez-Guerra, que llegó a presidente del Congreso de los Diputados. Aparece de pie, con un vestido negro y una amplia mantilla de encaje del mismo color que cae por toda la silueta. El paisaje mezcla la Puerta del Puente con estatuas clásicas.
Entre sus adquisiciones se encuentra también el retrato de Francisca Marín Valenzuela, casada con el farmacéutico Ángel Avilés, sobrino del diplomático Ángel Avilés Merino. La obra la entregó Romero de Torres en 1925 y en ella aparece la mujer con un vestido brillante y una mantilla, y en ademán de ponerse un guante en la mano derecha. La restauración ha permitido retirar la purpurina para que aflore un marco barroco con imitación de carey.
Muy conmovedora es la obra titulada 'Jueves Santo', en que aparece una mujer con mantilla y vestido negro y un gesto de mucho sentimiento. Los ojos la muestra a punto de comenzar a llorar, como corresponde a lo que se celebra en Semana Santa. La representada es María Montserrat del Valle Abarzuza y Fernández de Córdoba, hija del Marqués de Montemorana.
Tampoco se conocen exposición de 'Retrato de anciana', en que muestra a una mujer mayor que todavía no se ha podido identificar, vestida con una prenda oscura con encaje y una cruz en el pecho. Son menos frecuentes sus retratos de hombres en solitario, pero también está el de José Sanginés, benefcator del pintor, del escultor Mariano Benlliure y Carlos Arniches.
Dibujos, retratos de familia, impresiones de un viaje a Marruecos y figurines son las piezas más originales
En la colección hay además obras singulares por su temática y técnica. Julio Romero de Torres tuvo en sus años jóvenes una etapa orientalista que lo llevó a buscar temas en Marruecos, siguiendo la estela de Mariano Fortuny. En 1903 estuvo en Tánger, desde donde envió a su madre varias postales. Allí hizo apuntes del natural, con lenguaje impresionista, entre los que está 'Árabe mirando al mar', en que un hombre se asoma al Océano Atlántico sobre un paisaje agreste.
Blas García ha adquirido también importantes dibujos, como 'Costumbres cordobesas', en el que Mercedes Valverde encuentra elementos que anticipan 'Mira qué bonita era', el cuadro que lanzó a Julio Romero de Torres a la foama en 1895, sobre todo en las personas que se asoman por la ventana.
Tiene también el único dibujo en el que el pintor plasmó a su esposa, Francisca Pellicer, y que aparece tendida sobre un cojín y sonriendo. De los dibujos sobrseale 'Miradas de Córdoba', en que el carboncillo se mezcla con el rojo en las flores.
Una serie muy interesante son los figurines que hizo para la compañía de teatro de María Esparza. En 1916 lo habían nombrado Catedrático de Ropaje en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado y de este momento son cuatro propuestas de vestidos, presumiblemente para una obra teatral.
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