REGADÍOS
Los agricultores dicen 'basta' por el bloqueo de las mejoras en el Cordobilla
La mejora del embalse y el canal principal no arrancan y los agricultores se desesperan y cuestionan al Gobierno
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Rocío Díaz
Puente Genil
Los regantes del Genil-Cabra han denunciado la dramática situación en la que se encuentra el embalse de Cordobilla y el canal de riego, ambos «colmatados de lodo y barro, y dificultando un riego de calidad», según detallan. Y es que, a día ... de hoy, las obras previstas desde hace años siguen sin arrancar. La mejora ambienta del embalse data de 2016 y tiene una inversión de casi 3 millones de euros. Tenía que haber empezado en septiembre pasado. Es una obra muy reclamada y necesaria a ojos de todos.
Pero no es el único obstáculo en el camino para los agricultores. La reforma del canal principal de la zona regable del Genil-Cabra también está sobre la mesa sin llevarse a cabo. Su objetivo: aumentar la eficiencia del transporte de caudales en el término Puente Genil. Estas obras se adjudicaron en 2 millones. La demora se topa con otra piedra en el camino según los regantes: para cuando se haga la batimetría inicial y se conozca el volumen de barro real, éste va a ser superior al contemplado en el proyecto, por lo que no se podrá limpiar el canal en su totalidad.
Malestar
El retraso de las obras de ambos proyectos ha generado malestar en la Comunidad de Regantes Genil-Cabra. Tras su reunión del pasado lunes con organizaciones agrarias, alcaldes de la zona, regantes y agroindustria todas las miradas apuntan a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a quien han remitido un escrito con diversas exigtencias para salir de una situación que tildan de «dramática».
Adjudicada la mejora del canal principal de la zona del Genil-Cabra
R. AguilarLa actuación, que se prolongará durante dos años, tiene un coste de 2 millones
Con respecto al primer proyecto, piden la agilización de todos los trámites para que se puedan iniciar los trabajos cuanto antes, ya que creen que será muy difícil que se ejecuten a lo largo del año 2023. Asimismo, los regantes instan a la realización de una obra de emergencia en la captación del embalse de Cordobilla que permita un bombeo regular y sin interrupciones para esta campaña; y, también, el inicio de los estudios necesarios para la elaboración de un proyecto de cambio de toma y así conseguir una mejor calidad y seguridad del agua bombeada.
Inicio inmediato
Por otro lado, respecto al canal solicitan el inicio inmediato de su ejecución y de los trámites para la elaboración de un proyecto nuevo que continúe con la limpieza en el tramo que va a quedar sin limpiar con el proyecto actual, estudiándose otros sistemas alternativos de mejora.
Por último, la Comunidad de Regantes demanda un compromiso por parte de la CHG de soportar los gastos derivados de la extracción del lodo del canal principal de la zona regable del Genil-Cabra mientras no se ejecute el proyecto del Cordobilla.
«El regadío es el principal motor de desarrollo económico de los municipios de la zona, siendo una agricultura sostenible, generadora de empleo y de gran valor añadido, que ha permitido a lo largo de los años un desarrollo de empresas de servicios auxiliares a este sector y la instalación de una industria agroalimentaria emergente y generadora de empleo», defienden.
Este periódico ha intentando, sin éxito, recoger la versión del órgano de cuenca y de la propia Subdelegación del Gobierno para explicar a qué se deben los retrasos que sufren ambos proyectos de acondicionamiento en el Cordobilla.
Pérdida de riego
Joaquín Quintero, vicepresidente de la Junta Directiva de la Colectividad de Puente Genil de la Comunidad de Regantes del Genil-Cabra, explica que «la capacidad del embalse se perdió hace mucho tiempo» y que «a día de hoy, se calcula que hay unos 350.000 metros cúbicos de barro», «una barbaridad», según señala.
Este regante achaca el retraso de las obras de ambos proyectos a «la falta de voluntad y la incompetencia por parte de la gerencia de la CHG, para solucionar de manera rápida y eficaz este asunto» y afirma que «se te cae el alma al suelo al ver todo el canal de riego de barro y lodo», situación que «genera que la calidad del agua sea pésima y se hayan perdido todos los sistemas de riego por goteo», según puntualiza.
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