córdoba, en clave de futuro
Macarena Gómez, luces, cámara... y empeño
La actriz tuvo claro desde pequeña a qué quería dedicarse y siempre confió en hacerse un hueco en el mundo de la actuación
rafael aguilar
LA vena artística le viene por vía paterna y por partida doble: por el modo en el que la educaron y por una simple cuestión genética. «Mi padre, que es de León como mi madre, era médico y podía haber elegido varios destinos pero se ... decantó por Córdoba. Yo siempre le digo, medio en broma eso es verdad, que es muy treatero y que en vez de dedicarse a la medicina podía haberse ganado la vida sobre un escenario», confiesa Macarena Gómez al otro lado del teléfono ya que reside entre Córdoba y Madrid. «Ya en serio, en mi familia no hay precedentes de artistas, en todo caso un tío abuelo mío que era escritor: lo que hacía era imaginarse a personajes y plasmarlos en el papel mientras que yo los reflejo en la gran pantalla», agrega.
La protagonista de «Musarañas» es la tercera de tres hermanos y desde siempre quiso dedicarse a la caracterización. Sus padres, hay que insistir, fueron la piedra angular de su vocación. «Ellos me inculcaron una sensibilidad muy especial desde que era una niña muy pequeña: me llevaban al teatro y a la ópera con frecuencia y desde los cuatro a los 16 años estuve bailando en la escuela de Amelia Caracuel, y eso requería muchas horas de esfuerzo y una disciplina fuerte para poder compatibilizar con los estudios en Las Teresianas», recuerda.
Y llegó un momento en el que había que tomar una decisión: ser actriz o ser cualquier otra cosa. Ese momento aconteció a los catorce años. «Mamá, papá, quiero ser actriz», dijo Macarena. Y todo fueron facilidades.
Una conversación con un amigo de la familia que había estudiado unos cursos relacionados con el mundo del cine en Inglaterra les recomendó que la chica se formase allí. «Así que mis padres me enviaron a hacer tercero de BUP en Estados Unidos con la idea de que aprendiera inglés para poder irme luego a estudiar Arte Dramático a Gran Bretaña», rememora.
Pero en la carrera exitosa de la actriz hay otro elemento que a la postre ha sido determinante: la certeza que ella albergaba de que iba a conseguir sus objetivos. «Yo siempre confié en mí. Si no lo hubiera hecho no habría llegado adonde estoy. Pero es que yo lo tenía muy claro. Querer es poder y si sueñas con algo fervientemente lo puedes conseguir».
Córdoba, siempre presente
El rostro de esta cordobesa saltó al circuito de la popularidad hace algo más de una década con la interpretación de una drogadicta en la serie de televisión «Padre Coraje». Era el comienzo de una prolífica carrera que le ha llevado a figurar en más de veinte proyectos cinematográficos. Lejos de su ciudad, entonces, desde hace ya tiempo, Macarena Gómez, solo está en Córdoba de visita. «Pero siempre la llevo conmigo: me parece la ciudad más bonita del mundo y además soy una apasionada de la gente cordobesa, de su patrimonio, del arte que tiene y de su idiosincrasia», confiesa.
¿Y desde Madrid o Barcelona con qué prisma se ve la ciudad? «Córdoba vista desde fuera es una ciudad de paso. Cada vez que tengo un amigo que va a Córdoba a hacer una función a la ciudad y me dice que se vuelve al acabar la obra me indigno, porque lo que creo que debería hacer es quedarse el fin de semana para disfrutar al máximo de ella», lamenta la actriz.
Al punto y final se llega con una queja. «Córdoba no está retratada en el cine para nada, con la cantidad de posibilidades que tenemos. No se rueda nunca nada en Córdoba. No sé por qué no se explota más, es algo inexplicable», suscribe Gómez.
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