Las entradas a monumentos están exentas de IVA desde 1992

Aparte de lo pintoresco que resulta la idea de un inspector de Consumo preguntando por impuestos, como ha propuesto el Gobierno andaluz, resulta que lo complicado es que las entradas de la Mezquita-Catedral paguen impuestos. Y no pagan porque es que legalmente están exentas ... del Impuesto sobre el Valor Añadido. Lo están, además, desde el año 1992, de cuando data la última norma en la materia promulgada por el Gobierno de Felipe González. El artículo 14 es el que regula las exenciones de las entidades que, jurídicamente, están consideradas de Derecho Público -por ejemplo, la Junta en Medina Azahara- o privadas que tienen un carácter social o no lucrativo, que es el caso del primer monumento de la ciudad. Y esto es independiente de los llamados acuerdos de la Santa Sede, que afectan a lugares de culto. Cualquier entidad, sea o no de la Iglesia, tiene el mismo tratamiento tributario si se encuentra en las mismas consideraciones. Y hay un ejemplo bien cercano. La Fundación Paradigma, antes Roger Garaudy, gestiona las entradas de la Torre de la Calahorra. El IVA de sus entradas -4,50 euros frente a los ocho del principal monumento de la ciudad- es el mismo que el de la Mezquita-Catedral. Cero euros. Desde el Obispado se recalca que las entradas a la Mezquita-Catedral no son donativos. «Nunca lo han sido», explica. Los donativos no tienen un precio fijo y desgravan en la declaración de la Renta. Obviamente, las entradas de la Mezquita-Catedral no lo hacen. Lo que el Obispado explica es que se trata de cantidades que se revierten en el propio monumento o en actuaciones de carácter social o cultural. Entre los años 1994 y 2013, la inversión que ha recibido la Mezquita- Catedral asciende a 28,1 millones de euros. De todo ese dinero, 20,6 millones de euros se corresponden con el dinero que ha puesto, vía la recaudación de entradas, el Cabildo Catedralicio. Consta una inversión de la Junta de Andalucía de 3,3 millones de euros que es, incluso, anterior a ese periodo porque data de 1992. El Ministerio de Cultura ha puesto en ese intervalo de tiempo 4,1 millones de euros. El Ayuntamiento no ha efectuado gasto alguno. Eso quiere decir que, de las inversiones recibidas desde 1994, cerca del 75 por ciento se recibió de lo que el Cabildo recauda por la venta de entradas, por la explotación turística del monumento.