El mismo documento recoge como Yazin fue sobre las 18.30 horas a la Iglesia de San Isidro, donde inició una discusión con los allí presente. Dentro de la capilla manifestó «de forma vehemente» que «la única religión que hay que seguir es la islámica». Los testigos dicen que lo hizo tirando el Evangelio. Después de este episodio se marchó.
Sin embargo, regresó a las 19.40 horas volvió profiriendo gritos en árabe. Esta fuera, pero ese escuchaban desde dentro. En ese momento acabó la misa. El sacerdote dio la bendición y bajó del púlpito a ver qué estaba ocurriendo. Es cuando saca el machete de la chilaba oscuro y «agrede súbitamente» al sacerdote. El auto explica le provocó graves heridas y que también trató de atacar a uno de los presentes en la capilla.
Huye del lugar y baja 200 metros hacia el Puerto. Llega a la Iglesia de la Palma, donde se encuentra al sacristán saliendo por una puerta trasera. En ese momento, hace varias acometidas contra el trabajador religioso, que consigue huir. Sale del templo herido a la Plaza Alta. Allí es alcanzado por el atacante, que una vez lo tiene en el suelo lo mata a modo de sacrificio.
Es cuando levanta el machete, mira la cielo, grita a «Alá» y le asesta el golpe mortal. En ese momento se va para la Ermita de la Virgen de Europa, a pocos metros del lugar donde dejó el cuerpo sin vida del sacristán. Intenta acceder. Los testigos dicen que da una par de patadas a la puerta, pero es detenido en ese instante por la Policía Local.
A Yazin se le detiene por asesinato y lesiones con instrumento peligroso «con fines terroristas». El auto dice explícitamente que pueden estar sus acciones «relacionadas al salafismo yihadista». «La intención de alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror, la que habría podido motivar la actuación criminal». El auto precisa que se aprecia una «voluntad terrorista» en la acción del detenido
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