Hospital de La Línea de la Concepción: cuando la realidad supera a la ficción

Su padre ingresó en la UCI y falleció, pero el SAS no notificó su muerte , sólo que había sido dado de alta. A los 36 días, tras buscarlo sin descanso, sus hijas recibieron la peor de las noticias: el cuerpo de su padre había estado todo ese tiempo en la cámara frigorífica de la morgue del hospital. Se encontraba además en avanzado estado de descomposición.

Los hechos tuvieron lugar entre el 27 de octubre y el 2 de diciembre de 2019, y la reclamación fue presentada en junio de 2020. Por este calvario y esta cadena de errores, el SAS tendrá que indemnizar a ambas hermanas con 60.000 euros , según el dictamen resuelto ahora por el Consejo Consultivo de Andalucía tras la demanda interpuesta por las víctimas de esta insólita historia por el daño moral ocasionado.

Según el dictamen de este órgano, al que ha tenido acceso ABC , ha quedado acreditado «un daño moral puro, derivado del desconocimiento del paradero del padre de las reclamantes durante más de un mes, del impacto de saber, mucho tiempo después, que había fallecido repentinamente y no haber podido velarlo, y de tener que reconocerlo en un estado avanzado de descomposición ».

Considera además probado que tras el fallecimiento no se realizaron «las actuaciones debidas» para la localización de sus familiares para poner en su conocimiento el desenlace; que tampoco se adoptaron las medidas de conservación adecuadas y que sus hijas trataron de localizarlo desde el primer día.

De hecho, acudieron incluso a la Guardia Civil para encontrar a su progenitor, si bien, las pesquisas de las afectadas y del Instituto Armado no llegaron a fructificar ya que en el hospital les comunicaron que este paciente fue atendido y dado de alta . Lo que no les dijeron es que dicha alta fue consecuencia del fallecimiento del paciente.

Según argumenta el Consejo Consultivo de Andalucía en su dictamen, el daño moral alegado por ambas hermanas es «efectivo, individualizado, económicamente evaluable, antijurídico e imputable a la Administración contra la que se reclama», dado que se atribuye al proceder del hospital del SAS de La Línea de la Concepción.

«Forma parte de nuestra cultura que los familiares de una persona deban, como regla general, conocer su fallecimiento , las circunstancias del mismo y disponer de sus restos en la forma que deseen y permita el ordenamiento jurídico, y de hecho así lo recogen las reglas que figuran en los protocolos al uso tras el fallecimiento de una persona en un centro hospitalario», añade.

Destaca asimismo las secuela s por los sufrimientos físicos y psíquicos padecidos por las perjudicadas, y no deja lugar a dudas sobre su comportamiento: desde el primer momento mostraron su preocupación por el paradero de su padre e hicieron las gestiones «razonablemente necesarias» para localizarlo.

ABC ha contactado con el SAS para conocer su reacción a tal dictamen y se ha limitado a expresar su «respeto» a las decisiones de este organismo.