El plan de emergencia ante la llegada de un tsunami, ha detallado Sanz, incluye un mapa de zonas por peligrosidad que detalla el «arrastre de personas, tiempos de llegada y un mapa de vulnerabilidad edificatoria». Es decir, en el documento se contempla a cuántas personas y edificios podría afectar la gran ola y, además, el tiempo en el que llegaría al litoral andaluz.
El consejero también ha destacado que este plan es el primero que se publica por parte de una comunidad autónoma y que incluye el estudio de toda la costa «desde Ayamonte hasta San Juan de Terreros». Son, ha subrayado, más de mil kilómetros de costa los que recoge el estudio.
Con este estudio, las autoridades pueden conocer todos los detalles de un posible tsunami: la altura de la ola, el tiempo de llegada a la costa, hasta dónde afectaría en altura, la velocidad del agua, el flujo del agua... Con esos datos se prevé que la respuesta ante ese hipotético suceso sea más rápida y efectiva, de modo que se reduzcan los daños materiales y las posibles muertes.
Este trabajo ha sido desarrollado por el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA) con la colaboración del programa Copernicus, de la mano de Indra y la Universidad de Málaga. Los resultados de este trabajo y la metodología aplicada han sido validados también de forma analógica a fin de comprobar que la información automatizada no presentaba desviaciones.
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