La inmigración eleva la población en Almería y le arrebata a Córdoba la quinta posición en Andalucía

Almería cuenta ya con 773.384 residentes, frente a los 769.398 de Córdoba. Mientras en la provincia más oriental de Andalucía se ha registrado un crecimiento de 10.500 habitantes en el último año, en el territorio cordobés han perdido 4.168 personas en el mismo periodo.

A nivel andaluz, Sevilla con 1.972.505 residentes y Málaga con 1.788.464 son las dos provincias más pobladas. Le siguen Cádiz con 1.262.502 habitantes y Granada con 944.283. En la cola, están Jaén con 617.714 ciudadanos y Huelva con 536.766. Prácticamente todos los territorios han incrementado población menos Córdoba que pasa al sexto puesto y la provincia jiennense.

Pese a estar mal comunicada y alejada de las grandes urbes, Almería mantiene una tendencia de crecimiento demográfico constante en las últimas décadas. Hace medio siglo apenas superaba los 361.000 habitantes. Su capacidad para atraer tanto a población nacional como extranjera la convierte en una excepción en el contexto andaluz.

El territorio almeriense ha pasado de tener 724.003 habitantes en 2020 a 760.964 en 2024. Actualmente, alrededor de 588.585 son españoles, mientras que 85.370 proceden de África, 21.104 de Sudamérica y 37.325 de países de la Unión Europea. Almería es la provincia andaluza con mayor número de residentes de origen africano, muy lejos queda Sevilla con 16.999, Jaén con 9.029 o Córdoba con 4.984 personas.

Entre los principales núcleos urbanos almerienses destaca la capital, que ha crecido en casi 2.000 habitantes hasta alcanzar los 203.741 vecinos. Almería se posiciona como la sexta ciudad andaluza más poblada, tras Sevilla, Málaga, Córdoba, Granada y Jerez de la Frontera. En agosto de 2024, el padrón municipal registraba 126 nacionalidades distintas, un 12% del total. A los más de 180.000 españoles se suman ciudadanos de Marruecos (11.069), Colombia (2.487), Rumanía (2.056), Venezuela (783), Argentina (714), Perú e Italia (642), Senegal (478), Rusia (476), Lituania (456), China (422) y Ucrania (410), entre otros.

Roquetas de Mar es uno de los municipios más dinámicos en población, ubicado en la costa con actividad turística y agrícola. En 2024 se registró un aumento importante de vecinos con 2.209 personas más, alcanzó las 112.340 personas inscritas. Un 30% de los roqueteros son de nacionalidad extranjera, la comunidad rumana es la más numerosa con un 28% respecto al total de foráneos. Este municipio registra más de un centenar de nacionalidades.

Le sigue en tercera posición otra localidad del poniente almeriense, con una clara dependencia de la agricultura intensiva. El Ejido cuenta con la cifra de habitantes más alta de su historia, 91.457, una subida de 1.299 personas. En los últimos 14 años, el municipio ha crecido un 10% en población. La población extranjera supone el 32,7% del total, de estos el 64% proceden de Marruecos. El resto proceden de otros países del norte de África y de Europa del Este.

El cuarto municipio en población de Almería con 34.076 vecinos es Níjar. Ubicado en el levante almeriense, también dominado por la agricultura y con un porcentaje de población inmigrante del 47,19%. Se registran casi tantos foránes como locales, el 67% de los extranjeros proceden de Marruecos, el resto de Rumanía, Senegal y Ucrania.

La agricultura bajo plástico y una inmigración en auge son los principales del crecimiento poblacional de Almería. De hecho, casi el 42% de los nacimientos en la provincia son ya de padres extranjeros, con especial protagonismo de las comunidades africanas y sudamericanas. María y Antonio, los nombres más frecuentes entre la población serán reemplazados progresivamente por Malak y Mohamed. Este último ya figura entre los diez nombres más utilizados en la provincia, reflejo de la integración y asentamiento de estas nuevas generaciones de almerienses.

De seguir la tendencia marcada por el INE, en 2039 la provincia alcanzará casi un millón de habitantes. Este crecimiento continuará sustentándose en la población extranjera, que pasará de representar el 24% actual al 35%. Es decir, uno de cada tres vecinos de Almería será inmigrante.

Este cambio en el mapa poblacional no solo tiene implicaciones estadísticas, sino también sociales, económicas y culturales. Almería se enfrenta ahora al reto de adaptar sus servicios públicos, infraestructuras y políticas de integración a una realidad cada vez más diversa. La convivencia entre distintas nacionalidades, la presión sobre el sistema sanitario y educativo, y la necesidad de políticas laborales inclusivas son claves para garantizar la cohesión social que permita consolidar este crecimiento.