La diseñadora ha aprovechado la ocasión para preguntar a Amenábar sobre la llamada del universo Hollywood a su puerta. El cineasta ha transformado la anécdota en una reflexión sobre el poder de las pequeñas decisiones, aquellas que sin parecerlo, pueden cambiar por completo una vida.
Además, Amenábar ha confesado los motivos por los que decidió quedarse en España. En primer lugar, ha señalado que algunos podrían interpretarlo como falta de ambición o un punto de cobardía y ha añadido que para él se trataba de una auténtica búsqueda de libertad.
El director de cine ha reflexionado sobre las pequeñas decisiones
El director ha compartido que cuando se desplegó ante él el mundo de Hollywood, un entorno que no solo incluía los rodajes, sino también grandes casoplones, piscinas y colinas, no se sentía cómodo ni especialmente atraído por ese estilo de vida.
«Yo estaba a gusto en Malasaña, entonces Hollywood no era algo con lo que me sintiera especialmente seducido», ha explicado Amenábar. Así, ha dejado claro que su decisión de no cruzar el Atlántico no respondía al miedo, sino a una elección consciente de vida y libertad.
A continuación, ha añadido una declaración muy personal sobre lo que realmente le guía. «A mí me da alegría, y casi te diría ganas de vivir, tener una historia que contar y poder contarla a mi manera. Entonces eso es lo que me ha dirigido».
Sin duda, este testimonio es una muestra de cómo las decisiones pueden marcar el rumbo de la vida. Alejandro Amenábar ha demostrado que, más allá del lujo y las expectativas externas, la verdadera satisfacción reside en seguir el propio instinto y mantenerse fiel a uno mismo.
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