ETA presiona al Gobierno: «A lo mejor hay que volver a contratar escoltas»

Aunque no lo han hecho por escrito, las personas que hablan en nombre de ETA han trasladado verbalmente el mensaje, nítidamente amenazante, de que «si volvemos a utilizar la violencia, aunque sea una sola vez, y sin matar a nadie, generaremos una situación que tendrá como primera consecuencia que los Gobiernos central y vasco tengan que volver a poner escolta a mucha gente, con el coste que ello supondría en un momento de recortes ». Incluso, los terroristas, en alguna de las conversaciones —en este caso con personas que forman parte de la comisión internacional de mediadores—, han hecho una evaluación del coste que han recortado las Administraciones central y vasca con la supresión de los servicios de escolta para añadir: «Hacedles llegar que piensen si van a tener dinero para que todos esos escoltas tengan que volver a ser contratados. A ver de dónde lo sacan».

Conversaciones con expresiones de este tenor han sido escuchadas también por los servicios de Información a dos dirigentes de la izquierda abertzale, en diálogos mantenidos en prisión con presos de la banda terrorista ETA.

Los agentes que captaron esas escuchas consideran que « es un momento delicado, en el que los terroristas tratan de aprovechar cada resquicio para lograr sus objetivos , y es importante, precisamente ahora, trasladarles desde el ámbito político el mensaje claro de que no hay posibilidad alguna de negociación política con ellos».

Las fuentes consultadas consideran que el comunicado de la pasada semana —en el que los terroristas anunciaban unilateralmente la creación de una «comisión de diálogo» y advertían de que la no aceptación de esa propuesta supondría que «se alargará el sufrimiento»—, es «una advertencia muy seria que ha de tenerse muy en cuenta». Todos los partidos respondieron en público a ese comunicado sin hacer el más mínimo aprecio.

Los expertos consultados insisten en que en anteriores treguas de la banda terrorista ETA se produjeron episodios equivalentes. Hubo comunicados en los que los asesinos advertían de que las cosas no se desarrollaban tal y como como ellos deseaban, «y ya sabemos cómo terminaron cada una de esas treguas, por lo que nosotros estamos con los ojos bien abiertos. Las Fuerzas de Seguridad del Estado —reafirman las fuentes— no están en tregua».