Decenas de municipios vascos y navarros despiden el año con homenajes a etarras

Uno de los lemas más repetidos durante la marcha ha sido la petición de la «vuelta a casa» de los etarras . También se han escuchado numerosas consignas a favor de la independencia del País vasco. A pesar de las alusiones directas al exdirigente de ETA, la manifestación se ha celebrado con el visto bueno de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía.

En el auto emitido el jueves , el juez Calamo consideraba que la convocatoria estaba amparada por la libertad de expresión y que por lo tanto no procedía prohibirla. «Pueden ser opiniones que inquietan o chocan a diversos sectores de la sociedad», reconocía en el escrito, pero consideraba que solo podía entenderse como «la expresión de un deseo de acercamiento de presos», y por lo tanto, en su opinión, no podía entenderse que a priori pudiera producirse un «ensalzamiento de las acciones por las que se hallan privados de libertad».

El juez pidió en su auto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que se mantuvieran vigilantes ante una posible comisión de delitos de enaltecimiento del terrorismo o de humillación a las víctimas. Finalmente la presencia policial ha sido más bien testimonial y la manifestación ha terminado sin incidentes y rodeada de música y ambiente festivo.

Los organizadores han escudado la inclusión del nombre del sanguinario Henri Parot, junto a los de de José Manuel Pagoaga Gallastegui, Peixoto y Eugenio Barrutiabengoa, Arbe, en la vinculación que tienen los tres etarras con el municipio. Sin embargo la convocatoria levantó tantas críticas que apenas 24 horas después se vieron obligados a modificarla . De los carteles desaparecieron las alusiones a los tres etarras, incluida la de Parot, después de calificar lo ocurrido de «malentendido». En un comunicado aseguraron que su intención era organizar una marcha para pedir el acercamiento de presos y no un homenaje a etarras.

Y por lo tanto, nunca contemplaron la posibilidad de cancelar la manifestación. El jueves el portavoz de Sare, el exconsejero vasco Joseba Azkarraga, aseguraba en una rueda de prensa que la marcha era «compatible con la solidaridad con las víctimas de ETA» y que en ningún caso podía entenderse como un homenaje.

La de Mondragón ha sido sin duda la convocatoria más polémica pero no la única que ha vivido el País Vasco esta Nochevieja. En prácticamente todos los municipios había convocatorias similares para pedir el acercamiento de presos de ETA . En Vizcaya se han celebrado manifestaciones y concentraciones parecidas en Portugalete, Sestao, Munguia, Ortuella o Guernica. En un barrio de Bilbao, por ejemplo, había convocada una pegada de carteles a primera hora de la mañana y en Durango, también en Vizcaya, se ha formado una cadena humana. También se han vivido convocatorias similares en las localidades guipuzcoanas de de Andoain, Azkoitia, Bergara, Oiarzun o Tolosa. En Azpeitia, por ejemplo, llevan días pidiendo fotos a los vecinos con carteles a favor de los presos que han ido colgando en sus redes sociales.

Las víctimas han lamentado que al finalmente se hayan celebrado estos homenajes , pero en los últimos días habían reconocido que no esperaban demasiado recorrido a los recursos interpuestos en los tribunales. La decisión de permitir las marchas abertzales tampoco ha sentado nada bien en las filas de los populares vascos. «Tanto se han esforzado Sánchez y Urkullu por blanquear a Bildu y Otegi que hasta la Fiscalía bendice las manifestaciones por los presos sin exigir arrepentimiento ni condena», escribía anoche en Twitter Carmelo Barrio, portavoz de la coalición PP+Cs en el Parlamento Vasco. «El Gobierno asume eso de los presos a la calle y las víctimas al cementerio. Algo falla», lamentaba.