El blanqueamiento de Bildu no evita un 50% más de actos de apoyo a ETA

Y ayer fue el mejor ejemplo de ello: el mismo día que el Ministerio de Interior acordaba más acercamientos de presos etarras , las víctimas detallaban con datos objetivos cómo los actos públicos de apoyo a ETA y los etarras han aumentado hasta un 46% durante el último año. Es decir, cuanto más consigue Bildu del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, más se envalentona la izquierda abertzale en las calles del País Vasco y Navarra en su particular proceso para blanquear a una banda terrorista que asesinó a más de 850 personas y algunos de cuyos miembros, como el propio Arnaldo Otegi, están al frente de la propia Bildu y del partido que la sustenta, Sortu.

Y hoy mismo se vivirá un nuevo episodio de esta deriva. Los actos públicos a favor de ETA que la izquierda abertzale va a celebrar este viernes en numerosas localidades del País Vasco y Navarra son fiel reflejo de lo que ocurre casi a diario en las calles de estas dos comunidades autónomas, en las que tres de cada cuatro días se producen manifestaciones, concentraciones, homenajes, pancartas y pintadas a favor de la banda terrorista y sus asesinos.

Así lo confirma un detallado estudio del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), que a través de su Observatorio de la Radicalización contabiliza y documenta todos los gestos de enaltecimiento de ETA y los etarras de los que se tiene conocimiento cada año. Y los de 2021 confirman que el apoyo público y explícito a la banda terrorista y sus presos no sólo no decae, sino que se mantiene e incluso aumenta.

Y es que Covite ha acreditado hasta 282 actos de este tipo durante el año que termina hoy, un 46% más que el anterior , cuando registró 193. Ese incremento se debe principalmente a la proliferación de pancartas y pintadas a favor de ETA o etarras en espacios públicos. De hecho, estos casos de han duplicado durante el presente año y representan el 56% de los gestos de apoyo a la banda y sus presos.

Además, el entorno proetarra ha celebrado al menos 59 manifestaciones para pedir no ya cuestiones legales como el acercamiento y la progresión de grado de los presos de ETA, sino directamente la amnistía. Cabe recordar que esa figura no existe en la legislación española y que supondría anular todos los crímenes por los que cerca de 200 etarras continúan cumpliendo condena y, en consecuencia, todos ellos saldrían a la calle al día siguiente.

También se han organizado durante este año 25 homenajes a etarras ya fallecidos y convocatorias recurrentes, como como el ‘Tiro al Facha’ en Etxarri-Aranatz y el ‘Ospa Eguna’ en Alsasua, ambas localidades en Navarra. En esta última, la misma donde cada año se convoca ese ‘Día de la Partida’ en euskera para exigir la expulsión de los agentes de la Benemérita, dos de ellos y sus parejas fueron brutalmente agredidos en 2016 por un grupo de radicales cuando estaban de paisano en un bar de copas.

El catálogo de la izquierda abertzale para jalear a ETA incluye otra treintena de eventos, como las cenas navideñas con fotografías de presos etarras en espacio públicos.

Por zonas, un tercio de estos actos ocurrieron en Guipúzcoa (97) y otro tanto en Vizcaya (94) , las dos provincias que concentran el 67% de los apoyos públicos a ETA. El otro tercio se repartió entre Navarra (53) , Álava (20) , el País Vasco francés (12) , Barcelona (5) y Madrid (1) .

La única noticia positiva es que este año han descendido los polémicos ‘ongi etorri’ (bienvenidas) para recibir con honores a los presos de ETA cuando salen de la cárcel. Covite sólo contabiliza cinco, el dato más bajo desde que en 2016 puso en marcha su Observatorio de la Radicalización.

Por su parte, el Ministerio de Interior anunció ayer más acercamientos de presos de ETA al País Vasco . En concreto, otros siete, entre ellos uno de los secuestradores del industrial vasco José María Aldaya, que murió esta misma semana y que permaneció retenido por ETA durante casi un año en 1995. Al año siguiente ese mismo etarra participó en otro secuestro, el del también empresario vasco Cosme Delclaux.

Otros son el asesino de Juan Priede, concejal socialista de Orio (Guipúzcoa), o el responsable del comando que atentó contra tres casas cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya), Legutiano (Álava) y Calahorra (La Rioja), en las que provocó números daños humanos y materiales, incluido un agente muerto.

En esta última tanda también destaca el etarra que intentó asesinar al expresidente del Parlamento vasco Juan María Atutxa (PNV) hasta en cinco ocasiones y al sargento del Ejército José Carollo. Incluso, dos de ellos no sólo han sido acercados, sino que también se les ha concedido el tercer grado, concretamente a Joseba Segurola e Íñigo Gutiérrez Carrillo.

Con estos siete de ayer, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska termina el año en el que ha autorizado hasta 89 traslados de etarras a cárceles de esta comunidad, gestionadas por el Ejecutivo vasco desde que hace tres meses el Gobierno central le cediera esa competencia. Todo ello ha permitido que más de la mitad de los 183 presos etarras que todavía cumplen condena lo hagan desde una cárcel del País Vasco o Navarra.

Estos acercamientos no son la única medida penitenciaria de la que se benefician los presos de ETA. También de los terceros grados que les permiten acceder a la libertad condicional. Según los datos que maneja la AVT, desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa a mediados de 2018 se han concedido 17 terceros grados a etarras , la mitad de ellos, hasta ocho, sólo durante el último año.

AVT critica esta política penitenciaria respecto a los etarras por considerar que sus acercamientos están «una vez más bajo la sombra de los Presupuestos Generales del Estado» porque Pedro Sánchez «debe seguir contentando a sus socios de Gobierno», en alusión a los acuerdos del Gobierno con Bildu.

«Las víctimas nos sentimos humilladas ante estas decisiones que sólo van orientadas a contentar a Bildu como socio de Gobierno», añade este colectivo de víctimas.