Sánchez resta importancia a la irrupción de Errejón: «¿Solo perdemos votos nosotros?»

Este lunes por la noche, sin embargo, tuvo un momento para analizar el complicado futuro inmediato: después de liderar el partido más votado en las pasadas elecciones del 28 de abril, Sánchez ha fracasado en su intento de formar Gobierno. El presidente en funciones mantuvo una conversación informal con los periodistas que cubren su visita en Nueva York, cuando en España ya era la madrugada del martes, el día en el que el Rey Don Felipe y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet , deberán firmar el decreto de convocatoria de elecciones, las cuartas en cuatro años.

«Hay que pelear el partido», dijo sobre si guarda optimismo ante una nueva cita con las urnas, a las que el POSE acudirá, en su opinión, «con fortaleza». Hablaba horas después de que se confirmara que Íñigo Errejón , que fuera número dos de Unidas Podemos, se presentará a las elecciones del 10 de noviembre con su propia formación política. Sánchez trató de restar importancia a la irrupción de Errejón, que muchos ven como una cuña que debilitará a Unidas Podemos, sin duda, pero también al POSE.

Para el presidente en funciones, la llegada de esa nueva formación no implica que el trasvase de votos en las próximas elecciones se produzca solo en la izquierda. No descarta que el PSOE pueda ganar apoyos desde otras formaciones: Unidas Podemos, por supuesto, pero también desde fuera de la izquierda, como Ciudadanos: los votos que pueda arrebatar Errejón, podrían recuperarse desde otros lados.

«¿Solo perdemos votos nosotros?», cuestionó. Parte de ese trasvase podría llegar de un Unidas Podemos «atomizado», con la amenaza además de un candidato nuevo que fue fundador del partido, que será su competidor directo. Y cuestiona análisis electorales que se manejan ahora, como que los apoyos que pierda Ciudadanos irán a parar al PP.

La posibilidad de un Errejón que le coma mucho terreno a Pablo Iglesias abriría, en función de los resultados el 10 de noviembre, nuevas posibilidades de pacto en la izquierda. Sánchez no quiso decir si pactaría con Errejón, pero reconoció que le parece «más posibilista».

El presidente admitió la posibilidad de que haya más abstención, pero también confió en que «no va a ser un voto muy ideológico» y que la gente acudirá a las urnas «con más información». No olvida lo ocurrido en 2016: entonces Mariano Rajoy no fue capaz de formar Gobierno tras las elecciones de diciembre de 2015 y, pocos meses después, las urnas le reforzaron.

Pero antes de la cita del próximo noviembre, Sánchez reconoció que habrá que pasar un mes de octubre «muy político», con varios puertos de montaña: la sentencia sobre la exhumación de Franco, prevista para hoy; el resultado final del Brexit; y la sentencia del ‘procès’. Todos podrían determinar la suerte de las elecciones.