Propagandistas de Putin en España: el extremismo que agrada al Kremlin
Las tesis prorrusas cunden en el PCE y Podemos mientras seducen a la CUP, a Bildu y a elementos de extrema derecha
Tuiteros con cientos de miles de seguidores y pequeños portales ultras se alinean con Moscú y atacan a Ucrania

La devastadora invasión de Ucrania ha puesto en evidencia las redes españolas prorrusas. Llevan años existiendo, pero han aflorado con nitidez al estallar la guerra. El mantra compartido es que Putin ha atacado en defensa propia contra una Ucrania dominada por fuerzas nazis ... y un gobierno títere de la OTAN que atosiga a la Federación Rusa. Es la versión que sirven, con más o menos variantes, una extensa y variopinta red de propagandistas en la que hay desde tuiteros con cientos de miles de seguidores a pequeños portales ultras, órbitas comunistas, antisistema e independentistas, junto a elementos de extrema derecha. Sus proclamas agradan al Kremlin, lo que hace que los medios financiados por Moscú se hagan eco de algunos de esos discursos y se retroalimenten. Entre los partidos alineados desde hace años con la Rusia de Putin se cuentan Podemos y el PCE. Es decir, la cara comunista del actual Gobierno de Pedro Sánchez.
Las posiciones prorrusas han encontrado un apoyo generalizado a la izquierda del PSOE. Sus dirigentes no se han limitado a hacer declaraciones alineadas con intereses del Kremlin, sino que han incorporado estas tesis a sus programas estratégicos de acción, según ha podido constatar ABC. Lo viene haciendo Podemos desde sus orígenes y lo hace el Partido Comunista de España (PCE) de la vicepresidenta Yolanda Díaz , del ministro Alberto Garzón y de Enrique Santiago, secretario general del PCE y miembro del Gobierno de Sánchez como secretario de Estado para la Agenda 2030.
También abundan proclamas en la misma dirección en grupos políticos de extrema izquierda . Es el caso de la Brigada Rubén Ruiz Ibárruri, a la que IU facilitó recientemente dos de sus sedes en Madrid para charlas de apología prorrusa y contra Ucrania . Otro ejemplo es la ultra Red Roja, liderada por Ángeles Maestro , que fue diputada de IU durante tres legislaturas. «Con esta intervención, Rusia puede abortar los planes desestabilizadores del imperialismo erradicando a un régimen títere de las potencias occidentales, utilizado para desgastar y acosar a la Federación Rusa», sostiene Red Roja en defensa de Putin y de su invasión.
En las últimas semanas, Podemos e IU han modulado sus posiciones , forzados por una opinión pública escandalizada ante el horror que deja el ataque ruso a Ucrania. Pero tanto sus documentos internos como las actitud de algunos de sus líderes ponen en entredicho la sinceridad de esas calibradas críticas a Putin. Se evidenció, por ejemplo, al negarse IU y Bildu a condenar a Rusia en el Parlamento Europeo . O cuando, hace escasos días, el presidente ucraniano compareció por videoconferencia ante el Congreso: coincidieron en no aplaudir a Zelenski el diputado de Unidas Podemos y líder del PCE, Enrique Santiago, los antisistema catalanes de la CUP o el diputado del gallego BNG. El ministro Garzón sí aplaudió, pero simplemente «por respeto institucional» , matizó.
Políticos en evidencia
Desde las filas comunistas recuerdan a sus cúpulas que el apoyo a Rusia es una obligación programática. Así lo ha advertido en Twitter el secretario general del Partido Comunista de Madrid y coordinador regional de IU, Álvaro Aguilera, para quien el culpable no es Putin sino Zelenski, al que califica de «peligro para la paz».
Efectivamente, defender a Rusia es un mandato recogido en documentos estratégicos del PCE y de la coalición IU. En 2019 , el programa de IU para las elecciones europeas pidió «acabar con el apoyo a gobiernos reaccionarios y de ultraderecha como el ucraniano» . En enero de 2020, el informe que dejó el XI plenario del Comité Central del PCE hablaba de los «neonazis ucranianos» y elogiaba «los esfuerzos de Rusia» frente a «la expansión de la OTAN en Europa». «Rusia procura defenderse» , dice este documento.
Desde los orígenes de Podemos , sus programas también recogen tesis de la Rusia de Putin. «Defenderemos neutralizar el papel desestabilizador de la OTAN en Europa del Este , congelar las fronteras actuales de la Alianza y detener la instalación del escudo antimisiles en el este de Europa y el mar Báltico», rezaba, ya en 2015 , el programa de Podemos para las elecciones generales. En todos estos años han sido notorias sus posiciones prorrusas , que ha visibilizado también en el Parlamento Europeo.
Los programas de Vox no reproducen las aspiraciones del Kremlin, pero la mano dura nacionalista de Putin sí ha seducido a algunos miembros de Vox y de órbitas de ultraderecha. Ante la invasión de Ucrania, la posición oficial del partido de Abascal es contra Putin, al que la cúpula de Vox califica ahora de «tirano comunista» . Pero a la par, por ejemplo, el líder de Vox en Ceuta, Juan Sergio Redondo Pacheco , proclama en Twitter que «ni Putin ni Rusia son comunistas (...) Pablo Iglesias y la banda de Sánchez están más cerca del oligarca globalista prosoros [por el magnate George Soros] Zelenski y del régimen mafioso ucraniano que de la Rusia de Putin». Afirma que éste «solo pide respeto para sus fronteras».
Perfiles cómplices
La capacidad de difundir esos mensajes desde sectores políticos no es poca, aunque sean minoritarios. Pero, al estar identificados por unas siglas, la opinión pública tiene más elementos de juicio para detectarlos. Más difícil resulta con actores aparentemente independientes que dominan las redes sociales y se prestan a las teorías conspirativas para ganar una repercusión que no tendrían por sí mismos.
Un ejemplo es la exsocialista Beatriz Talegón, editora adjunta del digital 'Diario 16'. «Así se las gastan en Ucrania cuando hacen limpieza de pro rusos», compartía esta semana a sus 260.000 seguidores en Twitter. Incluso, pone en duda que los rusos cometieran la matanza de Bucha . Un perfil similar al de Rubén Gisbert, abogado que recorre platós y redes sociales sembrando dudas a favor del Kremlin. Con 330.000 suscriptores en Youtube, comparte vídeos lloriqueando desde la región ucraniana de Donbass. Acusa a Ucrania de crímenes de lesa humanidad y a los españoles de ser «cómplices de esta barbarie».
Gisbert hizo ese viaje con Liu Sivaya, de origen ruso y que se presenta como politóloga. Con más de 100.000 seguidores en Twitter y Facebook, colabora con medios minoritarios para defender al régimen ruso. Es revelador que estos dos jóvenes se muevan con esa facilidad en una zona controlada por Putin y casi inaccesible para corresponsales profesionales . El propio Gisbert fue protagonista estelar hace un mes en 'Russia Today' (RT), la televisión del régimen ruso , que le presentó en sus estudios de Moscú como «periodista internacional y reportero» sin ser ninguna de las dos cosas.


Todos ellos comparten mensajes con plataformas digitales que, aunque desconocidas para el gran público, repican las tesis de Putin contra instituciones a las que pertenece España, como la UE o la OTAN. 'El Espía Digital' es una web con enlaces a medios de regímenes autoritarios, como los rusos RT y 'Sputnik', la iraní 'Hispan TV' –donde Pablo Iglesias emitía 'Fort Apache'– o la china 'Xinhua', que Reporteros Sin Fronteras define como «la mayor agencia de propaganda del mundo».
El fundador y editor de este portal, Fernando J. Muniesa, reconoce a ABC que «publicamos mucho de los rusos porque nos dan mucha información» y justifica los vínculos a esos medios «porque informan de lo que no publica nadie», aunque niega que le generen ingresos. Tilda de «manipulación escandalosa» la cobertura occidental de esta guerra, que para él es «un enfrentamiento entre americanos y rusos con los ucranianos como conejillos de indias».
También proliferan pequeños digitales de izquierda radical que se alinean con el extremo contrario para jalear a Putin contra Occidente . Por ejemplo, 'Nueva Revolución', cuyo director de Contenidos, Oriol Sabata, tuitea así sobre la intervención de Zelenski en el Congreso: «Los grupos paramilitares neonazis que él ha integrado en la Guardia Nacional hubieran apoyado y aplaudido la masacre en Gernika».
«Tontos útiles»
Sin particularizar en casos concretos, Manuel R. Torres, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide, compara este fenómeno con la figura del «tonto útil» que ya utilizó el régimen soviético y que Putin aprovecha ahora para provocar inestabilidad en países como España. Este catedrático apunta que no hay que infravalorar la capacidad de desinformar que tienen estos elementos y aboga por «hacer pedagogía con los ciudadanos» sobre el peligro que suponen.
Son sectores que «se mueven en la teoría de la conspiración permanente», explica Rafa Rubio, profesor de Derecho Constitucional en la Complutense y que ha participado en comisiones de desinformación del Congreso y del Parlamento Europeo. Advierte sobre esos círculos «cuyo único objetivo es sembrar la duda y la sospecha» para que no pocas personas desconfíen hasta de lo más evidente. En definitiva, partidos de gobierno y personajes con cierta influencia social a los que el régimen ruso aprovecha a mayor gloria de un autócrata como Putin.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete