«Preocupa el cambio de tendencia después de lo de las elecciones en Andalucía»

En este contexto, el 6 de enero de 2019, mientras preparaban el reparto de las concesiones de la televisión pública À Punt por el que han sido ahora multados con 43.000 euros por montar un cártel que pactaba precios , Juan Adell escribe al hermano de Ximo Puig. Se dan los buenos días y Francis Puig bromea con que los Reyes Magos «te han traído deberes». «Sí… lo del contrato ya está…», responde Juan Adell, quien añade, dos minutos después, lo que le preocupa de la situación política: «El regalo va a ser lo del CIS. Me preocupa el cambio de tendencia después de lo de Andalucía» .

Un mes antes, el 2 de diciembre de 2018, el PSOE había perdido su feudo histórico, donde PP, Ciudadanos y Vox hicieron presidente a Juanma Moreno Bonilla, en detrimento de Susana Díaz. Andalucía, por primera vez desde el estatuto de autonomía, no estaría gobernada por un socialista. Al socio de Francis Puig le preocupaba que otras Comunidades Autónomas, que celebraban elecciones en primavera, siguieran esos pasos, entre ellas la Generalitat Valenciana de Ximo Puig.

El hermano del «president» interviene para quitar importancia a los estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas: «Tranquilo, (es) un trabajo hecho con muy pocas encuestas y sin fiabilidad», dice sobre el organismo que dirige el controvertido José Félix Tezanos . El CIS de enero mantuvo al PSOE como el partido con más intención de voto y desterró al PP de la segunda a la cuarta posición, superado por Ciudadanos y Podemos, aunque las elecciones andaluzas acaban de evidenciar el poco tino de Tezanos. Al margen de encuestas, y en relación con lo ocurrido en Andalucía, el hermano de Ximo Puig sí expresó una preocupación: «Otra cosa será cómo evolucione todo lo que supone Vox».

De la conversación se entiende que empresarios como Puig y Adell Bover, dependientes de subvenciones y contratas públicas, prefieren que gobiernen los «suyos», lo que pone en entredicho determinados concursos públicos. En otra conversación entre los mismos interlocutores, el 8 de agosto de 2018, Francis Puig dice a Adell Bover «aquí estoy con la mierda del valenciano» . Se refiere a las ayudas que da la Generalitat para el fomento de la lengua en los medios de la región. La trama de Puig y los hermanos Adell Bover ha cobrado más de 300.000 euros de la Consejería de Educación y Cultura para estas actividades, adjudicaciones que están siendo investigadas en un juzgado de Valencia y que suman varios cientos de miles de euros más contando las de los gobiernos de Aragón y Cataluña.

En cuanto a las licitaciones que han propiciado multas por 43.000 euros de la Comisión de Defensa de la Competencia a las empresas de Puig y los Adell Bover -Comunicacions dels Ports, Kriol Produccions y Canal Maestrat- por «una infracción muy grave del artículo 1 de la Ley 15/2007, constitutiva de cártel» , hay una conversación significativa. Se produce el 8 de febrero de 2019, en plena licitación de los concursos que pretendían amañar. Juan Adell Bover dice a Puig que «lo de la baja temeraria todo vale por justificar, lo del 20% que es la aplicación de la ley de contratos», en referencia al importe que después de obtener el concurso se podría incrementar para el contratista.