Los piratas repiten el esquema seguido con el barco alemán «Hansa Stavenger»
El ministerio que dirige Carme Chacón ha confirmado que los secuestradores del atunero español han trasladado a tierra a tres de los 36 tripulantes como medida de presión en la negociación. Una medida que ya utilizaron con el carguero alemán "Hansa Stavenger ", secuestrado entre ... abril y agosto pasados.
De hecho, el grupo de secuestradores del "Alakrana" es el mismo que capturó al barco germano, así que con el español están siguiendo el mismo esquema: llevaron a tierra a varios tripulantes y cuando lograron aumentar el importe del rescate, los volvieron a embarcar. ¿Conseguirán lo mismo ahora?
Se trata de un grupo de secuestradores "muy duro y entrenado", según fuentes de Defensa, que recuerdan que en la zona se encuentran las dos fragatas de combate españolas "Canarias" y "Méndez Núñez".
Defensa cree que las acciones de los piratas en el "Alakrana" -disparos al aire y traslado de tres tripulantes a tierra- persiguen aumentar la presión y mejorar las condiciones económicas del rescate , porque "sólo quieren más dinero".
En el caso del carguero alemán, el ambiente se hizo cada vez más tenso. En cubierta, los piratas disparaban al aire. También se enteraron de la operación de liberación que preparaba la armada alemana a través de la BBC. Y hasta contaban a los secuestrados lo que ocurría en el mundo, como la muerte de Michael Jackson.
En un momento dado, los secuestradores reemplazaron a su negociador inicial por alguien que no hablaba inglés. Sólo las cifras estaban claras. Su demanda inicial fue de 10 millones de euros . Después bajaron a cuatro y finalmente recibieron algo menos de dos .
Mientras tanto, la policía federal alemana se quejaba de la negociación del gabinete de crisis montado por la canciller Angela Merkel. Denunciaron que era demasiado rígido y que su actitud ponía en peligro la vida de los secuestrados.
Entonces los piratas trasladaron a tierra a cuatro marineros por un corto periodo de tiempo, para devolverlos al barco poco después.
Derrota para el gobierno alemán
Su secuestro de cuatro meses terminó en agosto con el pago de un rescate de 1,91 millones de euros . Desde el 4 de abril , la tripulación del carguero alemán Hansa Stavanger estuvo en manos de los piratas hasta que el dueño del barco (la compañía de Hamburgo Leonhardt y Blumberg) pagó lo que pidieron. Pago que supuso una gran derrota para el gobierno alemán, que intentó tomar la embarcación por la fuerza en dos ocasiones. Y en las dos fracasó.
Finalmente, dos barcos de guerra germanos escoltaron al Hansa Stavanger hasta el puerto keniano de Mombasa el 3 de agosto tras la entrega de casi dos millones de euros en metálico desde un pequeño avión, termiando así con cuatro meses de negociaciones desde que los piratas lo abordaron en el océano Índico y forzaron al capitán a navegar hasta Harardhere , en la costa somalí.
El carguero llevaba 24 personas a bordo , incluyendo cinco alemanes, tres rusos, dos ucranianos y 14 filipinos. Y no llegó a Mombasa hasta varios días después de su liberación porque navegaba a muy baja velocidad tras tantas semanas esperando. Una vez allí, la tripulación salió a tierra y el barco continuó viaje con otros marineros.
En aquel momento, la canciller Merkel deseó la pronta recuperación de los secuestrados. Pero el desenlane fue un gran fracaso para su gabinete de crisis, decidido a no pagar . Tras dos intentos -en uno de ellos incluso desplegando la unidad de élite GSG-9 hasta Somalia- su misión acabó cuando EE.UU. informó de que resultaría demasiado peligrosa.
Descoordinación
El secuestro hizo saltar la alarma sobre si Berlín está preparado para hacer frente a este tipo de situaciones. Hubo descoordinación entre los diferentes departamentos gubernamentales involucrados, y al final todo acabó como el resto de los secuestros, hasta entonces: pagando el rescate, sin que los piratas fueran detenidos ni perseguidos.
Cuando la agencia Reuters habló con uno de los piratas (que se identificó con el nombre de Abdi) horas antes de la liberación, éste confirmó que una vez se repartieran el rescate, la tripulación sería liberada.
En cuanto a la petición del dinero, los piratas determinan el valor de la tripulación preguntándoles su nacionalidad. Si el capitán gana 3.500 euros al mes, vale lo mismo que 25 marineros kenianos que cobran 140 euros mensuales.
Frank Leonhardt, uno de los dueños de la compañía alemana, contrató a la firma de seguridad británica Armor Group para llevar las negociaciones .
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete