Julia García Valdecasas ocupará la cartera de Administraciones Públicas

En 1967 se licenció en Farmacia por la UB y ejerció esta profesión durante diez años. En 1980 ingresó en el Cuerpo de Intervención y Contabilidad, transformado posteriormente en el Cuerpo Superior de Inspectores de Finanzas del Estado. Tras ejercer varias responsabilidades, fue nombrada Interventora Regional de Catalunya en 1986 y delegada de Economía y Hacienda en 1992.

Entre 1990 y 1994 fue presidenta de la Asociación Nacional de Inspectores de Finanzas del Estado. Igualmente, ha impartido clases en la Escuela de Hacienda Pública del Instituto de Estudios Fiscales y en el Instituto Nacional de Administración Pública. En 1996 fue nombrada delegada del Gobierno en Catalunya.

Como delegada del Gobierno, García-Valdecasas ha presidido la Comisión de Dirección y Coordinación de la Administración General del Estado en Catalunya y el Patronato del Hospital Clínic de Barcelona.

Además, es presidenta del Consejo de Seguridad Urbana de Barcelona y forma parte de la Junta de Seguridad de Catalunya. También es miembro de la Comisión Mixta de Transferencias y de la Comisión Bilateral de Cooperación Estado-Generalitat para Asuntos Europeos. Por último, también forma parte del Patronato de la Fundación Gala-Dalí, es vicepresidenta primera del Patronato del monasterio de Poblet y vocal del pleno del Patronato de la Montaña de Montserrat.

La nueva ministra formó parte de la Junta Directiva del R. C. D. Espanyol de Barcelona entre 1990 y 1991 y fue miembro de la Junta delCírculo Ecuestre entre 1993 y 1996. Se afilió al Partido Popular en 1991.

Julia García-Valdecasas, la nueva ministra de Administraciones Públicas, se ha distinguido a lo largo de sus casi ocho años al frente de la Delegación del Gobierno en Catalunya por su talante abierto al diálogo con todas las administraciones, un sentido del trabajo muy abnegado, como lo demostró cuando tuvo que hacer frente al terrorismo etarra, y su gran capacidad de presencia en los actos públicos. García-Valdecasas también se ha distinguido por su capacidad en la rápida resolución de los problemas y conflictos que se le han planteado.

A García-Valdecasas, que no es considerada un peso político dentro del PP, se le ha premiado, según afirman fuentes populares, su fidelidad permanente al partido y en concreto a su presidente, José María Aznar.