El gobierno en funciones de Touriño intentó maquillar la compra del mobiliario de lujo
La credibilidad del PSOE, Emilio Pérez Touriño y sus medios afines, al desnudo. El bipartito gallego intentó borrar las huellas de su despilfarro en la gestión del dinero público devolviendo después
La credibilidad del PSOE, Emilio Pérez Touriño y sus medios afines, al desnudo. El bipartito gallego intentó borrar las huellas de su despilfarro en la gestión del dinero público devolviendo después de perder las elecciones parte del lujoso mobiliario que adquirieron para las obras acometidas ... en la sede de la Xunta, desveladas por ABC el pasado mes de febrero, y que durante toda la campaña negaron sistemáticamente haber adquirido.
Entre los enseres que Touriño y los suyos no quisieron que llegaran a entrar en las dependencias oficiales figuran las exclusivas y famosas sillas modelo «Oxford» diseño de Fritz Hansen de 2.269 euros cada una, las del modelo «Aluminium Group» de Vitra, a 1.960 euros la unidad o la mesa elíptica de 26.284 euros que se iba a instalar en la Sala del Consejo del complejo administrativo de San Caetano.
La estrategia de maquillaje de la Consejería de Presidencia, responsable de las obras y dirigida por el socialista José Luis Méndez Romeu, consistía en devolver a la empresa constructora el mobiliario más lujoso por valor de 165.010 euros, y sustituirlo por otro menos suntuoso, con un coste de 46.125 euros. Sin embargo, el ahorro contable de cerca de 120.000 euros sorprendentemente no tuvo reflejo en el coste total de la obra, que se mantuvo en los 4 millones de euros.
Apaño en funciones
Este apaño administrativo tiene fecha del 23 de marzo de 2009, esto es, después de que PSOE y BNG fueran derrotados en las urnas el 1-M. Desde que ABC destapó el 2 de febrero el escándalo de los 4 millones invertidos en la reforma de apenas 500 metros cuadrados de la planta sótano de San Caetano -dos salas de reuniones, una para comparecencias de prensa y varias dependencias de apoyo anexas-, tanto Emilio Pérez Touriño como sus conselleiros sólo supieron aferrarse a que todo era mentira, fruto de una «campaña sucia» y que esas sillas -así como el resto del mobiliario lujoso- nunca habían sido compradas.
Las informaciones de este periódico revelaron no sólo las 19 sillas elípticas modelo «Oxford» de la exclusiva marca nórdica Fritz Hansen, «de aluminio pulido», tapizadas en piel y «de diseño clásico contemporáneo», con un precio unitario de 2.269 euros. También aparecieron los 18 asientos modelo «Aluminium Group», a 1.960 euros cada una o cinco modelo «04» para la sala de traducciones, también de la firma Vitra, con un precio de 890 euros la unidad.
El 23 de marzo de 2009, el secretario general de la Consejería de Presidencia, Santiago Roura, firma de su puño y letra la modificación de la compra de todas estas 42 sillas y la adquisición en su lugar de otras 36 modelo «Netwin» de la firma Sedus, a 305 euros cada una. El diseño exclusivo -y el cuero- desaparecen de un plumazo.
En esa misma resolución de Roura se recorta el proyecto de la sala de prensa. De las 48 butacas a 945 euros cada una «tapizadas en piel vacuna y abatibles», con un coste total de 45.360 euros se pasa a 33 modelo «Yuso» de la firma Ezcaray «de tela roja» -465 euros por butaca, 15.345 euros en total-. En la obsesión por ahorrar, las nuevas butacas instaladas no tienen siquiera soporte en los brazos para tomar notas.
Tampoco se salvó la mesa que presidía la Sala del Consejo -26.284 euros- y la de la Sala de Reuniones contigua -7.735 euros-. En sustitución, la Xunta en funciones instaló respectivamente una por valor de 12.890 euros y otra por 5.585 euros, de las mismas dimensiones y las mismas prestaciones.
Para justificar la modificación en el mobiliario, Roura apela a «salvaguardar el interés público», y se escuda en que las obras acumulan retraso y la construcción de las mesas inicialmente proyectadas sólo haría aumentarlo.
El regate corto de la Xunta bipartita en funciones es tramposo. La sustitución que efectúa del mobiliario se limita al que todavía no ha sido recepcionado por la Administración, viéndose imposibilitada a hacer lo mismo con otros elementos lujosos que ya sí estaban instalados en las obras, y que también fueron denunciados por ABC.
Ese es el caso del suelo de la Sala de Consejos por valor de 406 euros el metro cuadrado -113.000 euros en total-, de vidrio «resistente a manchas y arañazos»; del «ventanal inteligente» DreamGlass de 170.212 euros que se oscurece con un mando a distancia para que en él se proyecten imágenes; o del jardín con estanque por 46.500 euros.
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