La Generalitat de Cataluña aprovecha la pandemia para vender la independencia en EE.UU.

En un punto, por ejemplo, la Generalitat afirma que la «Comunidad de Trabajo de los Pirineos [Aragón, Cataluña, País Vasco, Navarra, Nueva Aquitania y Occitania, estas dos últimas en Francia] bajo el liderazgo del gobierno catalán, ha creado un grupo de trabajo para el Covid-19 para fortalecer la cooperación transfronteriza en sus programas». Luego, sin mencionar a España, el gobierno autonómico catalán afirma falsamente que se coordina con países del Mediterráneo «para tomar medidas a nivel de Unión Europea».

Al estar registrados como lobistas extranjeros , los empleados de la delegación catalana en Washington deben declarar al departamento de Justicia norteamericanos todas sus actividades y entregarle todos los materiales que envían a funcionarios, diplomáticos, diputados y senadores. Este dossier, al que ha tenido acceso ABC, fue elaborado por la delegación de la Generalitat de Cataluña en Bruselas. Todas estas pseudoembajadas , financiadas con fondos públicos, fueron cerradas en 2017 con la aplicación del Artículo 155 de la Constitución Española, pero han sido reabiertas desde 2018. La de EE.UU. le costaba a los presupuestos del estado al menos un millón de euros al año, según reveló el gobierno español en 2017.

El informe difundido por el delegado de Cataluña en EE.UU. habla únicamente de las medidas tomadas por el gobierno autonómico, manipulando los términos empleados para defender que Cataluña funciona de forma independiente con su presidente, vicepresidentes y «ministerios de Sanidad e Interior», sin coordinación con la red pública española. Ninguna otra administración autonómica ha tomado la iniciativa de comunicar sus propias medidas y cifras a EE.UU. completamente al margen del resto del Estado.

El documento afirma que «a través de sus delegaciones en el extranjero, el gobierno catalán ha identificado las mejores prácticas en otros países para aprender de ellas y adaptar las medidas que resultan más efectivas». También afirma, falsamente , que es el gobierno autonómico catalán el que «coordina y ayuda a los catalanes en el extranjero que intentan regresar a su casa» por las restricciones de viaje durante la pandemia.

De hecho, en el informe no se menciona a España mas que para decir que el Servicio Público de Empleo de Cataluña «ofrece su infraestructura para ayudar al Servicio Público de Empleo Estatal de España» y que la Generalitat gestiona sus propios impuestos y aquellos que le «cede» (el entrecomillado figura así en el documento original) España a los «gobiernos regionales».

Ya en marzo, el presidente de la Generalitat, Quim Torra , envió cartas a los líderes de la UE para c riticar la gestión del Gobierno español y pedirles que aseguraran «que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sean estrictamente respetadas por todos los estados miembros». Torra mandó la misiva al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al presidente del Comité de las Regiones, Apostolos Tzitzikostas.

Según reveló ABC la semana pasada, la delegación del gobierno autonómico catalán en EE.UU. ha mantenido en los pasados seis meses abundantes reuniones en Washington con el objetivo manifiesto de avanzar las relaciones bilaterales «entre EE.UU. y Cataluña» con influyentes diputados y senadores norteamericanos.

Según un informe obligatorio presentado por la delegación catalana el 28 de abril, que cubre los seis meses que van desde octubre a marzo, el nuevo representante de la Generalitat en EE.UU., Isidre Sala , se reunió en ese semestre con los gabinetes de los diputados Eliot Engels, Mario Díaz Balart, Jerry McNerney , Jim McGovern e Ilhan Omar, además de con empleados de los senadores Ben Cardin y Marco Rubio.

La última reunión la tuvo en enero, antes de que en Washington se declarara la cuarentena por el coronavirus. Después envió por correo electrónico el informe sobre el coronavirus.

Para estas labores de presión política , defensa del independentismo y envío de informes, la delegación declara unos «gastos semestrales relacionados con la actividad de representación» de 131.000 dólares, que equivalen a unos 120.000 euros. Los pagos declarados en el semestre anterior fueron de 378.000 dólares, 338.000 euros, con 8.500 euros dedicados a «entretenimiento», 2.000 euros a teléfono , 3.500 euros a comidas, 3.200 euros a viajes entre Nueva York y Washington y 9.300 euros en viajes a Bruselas y Barcelona. Los salarios de los empleados se pagan aparte.