Feijóo salva los primeros polvorines regionales del PP con candidaturas únicas

La anterior dirección del PP dejó sin convocar una decena de congresos regionales, una auténtica lista de polvorines para el partido , que podían estallarle en las manos a Feijóo y a su equipo nada más llegar si no lo gestionaban con mano izquierda y cierta habilidad política. En apenas tres meses, el PP de Feijóo ha celebrado ya uno de los congresos más difíciles, el que motivó la explosión interna en el partido , el de Madrid , y también el de Galicia . Este último se desarrolló con absoluta paz, pero desde dentro confiesan que no fue tan fácil como pudo parecer, pues la sucesión de Feijóo podía haber sido el momento perfecto para que algún sector o barón aprovechara la oportunidad para competir con el candidato ‘oficial’, Alfonso Rueda.

Pero el PP está en ‘modo ganador’, y cuando un partido entra en esa dinámica, las batallas internas tienden a la disolución y todos se inclinan al cierre de filas para llegar al poder.

Después de los congresos de Madrid y Galicia, el nuevo PP tiene en agenda otros cuatro, que se celebrarán a lo largo de julio: Extremadura, Región de Murcia y los provinciales de Barcelona y Pontevedra , este último el día 9 para relevar a Alfonso Rueda tras ser elegido presidente regional, con un solo candidato, Luis López. El resto tendrá que esperar aún varios meses, aunque las elecciones autonómicas y municipales están ya a la vuelta de la esquina, en mayo de 2023, y las estructuras regionales y locales necesitan saber a qué atenerse: «Preferimos hacerlos más tarde, pero bien, que ir con prisas sin solucionar los problemas», comentan fuentes de Génova.

El congreso extremeño era uno de los más complicados que había heredado el PP de Feijóo. Finalmente se celebrará el 16 de julio, con una candidata única: María Guardiola , concejal en el Ayuntamiento de Cáceres y portavoz provincial. La convocatoria se anunció con total normalidad, pero detrás ha habido una batalla interna que involucró al presidente regional, al partido en aquella comunidad y a Génova, cuando mandaban Casado y García Egea . Aquella dirección nacional dejó claro al presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, que no contaba con él en el proceso de renovación del partido, después de haber perdido en las dos últimas elecciones autonómicas. La apuesta de Casado y García Egea fue María Guardiola, la ‘elegida’ ahora por el PP de Feijóo. Pero el congreso se presentó complicado, ya que el alcalde de Plasencia, Fernando Pizarro, expresó su firme voluntad de presentar su candidatura para presidir el partido en Extremadura. La posibilidad de un congreso de fractura interna llevó a Génova a aplazar su convocatoria hasta lograr la paz interna y garantizar que no había división.

Cuando se produjo la gran crisis del PP, justo después de las elecciones autonómicas de Castilla y León, Monago aprovechó para pasar ‘factura’ y fue uno de los barones más duros contra la dirección nacional saliente. Feijóo le dio una salida que le satisfizo: estaría en el nuevo Comité de Dirección, como presidente del Comité de Derechos y Garantías . El vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, se puso manos a la obra para buscar una solución en aquella comunidad y pronto concluyó que la mejor opción era la de Guardiola. La autoridad y liderazgo de Feijóo, indiscutible dentro de su partido, hizo el resto y el camino se allanó para que el congreso se celebrara sin problemas.

Tellado se anotó ahí un punto. El que fuera secretario general del PP gallego con Feijóo, y ahora máximo responsable en Génova de los congresos regionales y la renovación territorial, se ha ganado al partido en todas las comunidades. Fuentes populares territoriales destacan su mano izquierda y su capacidad de conexión con las estructurales locales. Pero también su ‘tic’ autonómico, una de las claves del PP de Feijóo.

La nueva dirección del partido aterrizó en Génova con una defensa férrea de la autonomía del partido en cada región . Lo primero que han notado en los territorios es que ha desaparecido la injerencia de Génova, que antes era permanente. Desde ese respeto y con un modelo de partido que algunos tildan de ‘federal’, se ha producido una conexión entre la dirección nacional y las territoriales. «Los congresos son para unir», avisó Tellado, que resumió así el propósito de Feijóo de evitar a toda costa cualquier problema de división interna. «Queremos que el PP sea noticia por lo que propone, por ser alternativa, por su gestión, y no por su actividad orgánica ni por supuestas peleas internas», explican desde Génova.

El 15 de julio se celebrará el congreso regional de Murcia, uno de los más pacíficos que estaban en agenda, pero que según los planes de la anterior dirección de Génova debía esperar cola, hasta que se celebrasen todos los cónclaves de las regiones pluriprovinciales. El presidente autonómico, Fernando López Miras , se presentará como candidato desde el poder, lo que borra de un plumazo cualquier posibilidad de problema.

Este mes de junio, la Junta Directiva Nacional del PP ha dado vía libre a un congreso provincial, el de Barcelona, donde el partido tenía una gestora desde mayo de 2021 . Génova había optado por relevar a los presidentes provinciales catalanes, tras el gran fiasco de las elecciones autonómicas de febrero de ese año, y nombrar gestoras, lo que quitó poder al presidente regional, Alejandro Fernández. En Barcelona se apostó como presidente por Manu Reyes, exalcalde de Castelldefels , y ahora el PP de Feijóo también ha optado por él como la mejor opción. Reyes tiene el apoyo de otros dirigentes del partido en Cataluña, y en la situación actual no parece probable que tenga competencia interna. Está previsto que el resto de congresos provinciales de Cataluña se celebren ya a la vuelta del verano, para tener el partido listo ante las municipales de 2023.

El modelo autonomista de Feijóo, la exportación del ‘galleguismo’ de los populares , se pondrá a prueba de forma especial en las municipales de Cataluña, pero también en el País Vasco. Después del fracaso de la coalición con Ciudadanos en las elecciones autonómicas de 2020, con solo un 6,75 por ciento de los votos, la fórmula murió nada más nacer.

El partido está ahora más estable y tranquilo en aquella comunidad, después de años de turbulencias internas, que culminaron con la marcha de Alfonso Alonso. El que fuera presidente del PP vasco no tiene intención de competir con Iturgaiz como presidente del partido. Para ese puesto, el PP sigue apostando por Carlos Iturgaiz, un político veterano muy querido en las filas populares y con una autoridad indiscutible en su tierra. Eso sí, cuando llegue el momento Génova podría plantearse otro candidato para las elecciones autonómicas.

En Navarra , el PP tampoco tiene intención de repetir la fórmula Navarra Suma, la coalición formada por UPN, PP y Ciudadanos. Los populares se inclinan por una relación estrecha con UPN, sin perder sus siglas, y absorber por completo el espacio de Ciudadanos. El congreso navarro es uno de los más complicados que tiene el PP en su agenda, con la incógnita aún del futuro de la actual presidenta, Ana Beltrán , una de las pocas personas que se mantuvieron fieles a Casado hasta el final.

Tampoco lo tiene fácil el PP, a priori, en otras regiones, como La Rioja. La renovación en esa región , antiguo feudo de los populares, sigue pendiente y aún no hay un candidato claro para la presidencia regional, después de que el actual presidente del partido, José Ignacio Ceniceros , haya confirmado que no seguirá en el puesto. En la etapa de Casado y García Egea, la favorita era Cuca Gamarra, exalcaldesa de Logroño. Pero con el PP de Feijóo, Gamarra es secretaria general del partido y su recorrido político está yendo por otros caminos nacionales.

Uno de los congresos más difíciles en el pasado reciente del PP era el de Cantabria . La antigua dirección ya había dejado claro a la actual presidenta, María José Sáenz de Buruaga , que no seguiría en ningún caso. El relevo en la cúpula del PP lo cambió todo y la nueva dirección nacional ha conectado plenamente con Buruaga. El objetivo es tener un congreso pacífico y de unidad, y por tanto Génova tomará cualquier decisión de acuerdo con la actual presidenta. Lo mismo ocurrirá en Asturias con la actual presidenta, Teresa Mallada . El PP también tiene pendiente en su lista la renovación en Ceuta y en Melilla.